My roommate-Aidan Gallagher.

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El tipo ese ni se molesto en ayudarme a rejuntar lo que por culpa de el se cayó. Mire mi lámpara de barro rota y sentí algo de nostalgia.

Era... Especial.

Al estar levantando un pedazo, mi mano se rasga con aquella pieza filosa haciéndome sangrar. Comenzó a arder y arrugue el rostro.

-Idiota-Susurre con desagrado.

No le di importancia o eso trato, rejunte todo en una bolsa de plástico que casualmente tenia en mi bolsillo derecho, claramente se estaba rompiendo por el filo del barro.

Suspiro lista para comenzar a seguir mi camino por las escaleras.

-Ey ¿te ayudo en algo?-Una voz  amable y gruesa hablo.

Volteo de cuerpo completo, observando ,un chico alto con ojos verdes oscuros y profundos una sonrisa un tanto coqueta y su mandíbula marcada.

-Si no es molestia, por favor...-Dije con una sonrisa.

Este se acerca a mi sin eliminar su sonrisa.

Muy lindo .

-Con mucho gusto, soy Henry, nunca te había visto por aqui-Tomo una maleta y la bolsa que tenia en mi cuello- ¿Eres nueva?.

-Yo soy __, acabo de mudarme o bueno me estoy mudando al departamento 301...

-¿Enserio? Yo vivo en el 305, ¡Somos vecinos!.-Exclamo.

-Oye que coincidencia pero que buena noticia la verdad.

Comenzamos a subir las escaleras mientras el me contaba como se manejaba aqui hasta llegar a mi nuevo departamento.

-Creo que puedo acostumbrarme.-Sonreí.

-Espero que si, pero bueno aqui es el 301, es un placer vecina, pero tu mano esta sangrando, ¿estas bien?.

Me mira de reojo la mano con media sonrisa.

-Si, solo pum no es nada-Escondi mi mano.

-No puedes mentirle a alguien que estudia medicina niña-Río levemente.

-¿Estudias medicina?.-Pregunte al instante.

-Claro-Sonrío.

-Yo también estudio medicina... Solo que tuve un pequeño problema en mi antiguia Universidad y entre a la que esta aqui enfrente.

-¿Enserio? ¡Si! Pues seremos compañeros.

-Al menos no estare sola.

-Oh claro que no... ¿Piensas abrir?.-Me mira divertido.

-Tocare la puerta, mi hermano debe estar adentro.

Comencé a tocar y enseguida la puerta se abrio dejándome ver a Roberto.

-Al fin tonta debo irme ¿aun quieres ir a casa de...-Mira a Henry- Diama- Termino pasando saliva.

Frunci el ceño y mire a Henry, se estaba mordiendo el labio mirando de arriba hacia abajo a Roberto.

¿Qué?.

-No Roberto, estemm puedes irte nos vemos.-Dije al instante.

-Bien adios hermana, tu habitación es la de la izquierda nos vemos.-Dijo rápidamente para después salir corriendo.

Henry lo siguió con la mirada hasta que desapareció saliendo del piso 3, luego me miro con los ojos abriertos como platos y la boca abierta.

-¿Quien es ese bombón?.-Pregunto coqueto.