Eran dos. Si era uno solo capaz que se resistía, pero eran dos, grandotes y armados. Está seguro de que los mandó Sosita. Quién si no. Se le pararon delante. Y uno le puso la mano sobre el pecho para que no se moviera.
— Te vamos a atar Tulio. Te podés quedar, pero tenés prohibido aplaudir.
— ¿Y la paja? ¿Me la puedo hacer? Soy muy habilidoso.
— Hacé lo que quieras, menos aplaudir.
El segundo hombre sacó un cable del bolsillo, le estiro los brazos a Tulio y se dispuso a la tarea de atarle las muñecas.
Tulio no dijo nada más, la metáfora había desaparecido. Le habían atado las manos.
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Matado tres veces
Mystery / ThrillerCrimen, venganza y conspiración política. Los condimentos esenciales para una trama atrapante. La historia de los sucesos que desencadenaron la misteriosa muerte de Tulio Banquina, en Cielo Chico, una población rural donde transitan viejas costumbre...