— Tulio era parte de un plan para asesinar al presidente. Lo querían bajar para que no termine su mandato.
Ramón Rojo, es alto y flaco. Le decían lienzo. Trabajaba en la municipalidad de Cielo Chico desde hacía más de treinta años. A su lado estaba su hijo Ismael, retazo de lienzo, de veinticinco años, una versión rejuvenecida de Ramón. Ambos aceptaron contarme su versión de los hechos.
— Un plan.
— Su misión era marcar al tipo. Acercarse y darle en persona un mensaje mafioso.
— La mafia. De Cielo Chico.
— Acá todos saben que Tulio tenía un pasado oscuro y manejaba mucha guita. Se acercó, le habló y al mismo tiempo lo retuvo en un lugar fijo con la excusa de la foto.
— ¿Para qué?
— Entonces entraba en acción Funes, el tirador, una fuga interna, un topo. El objetivo sería herir a Banquina y darle de lleno al presidente "accidentalmente". Sin embargo, algo salió mal y el topo le dio los dos tiros a Banquina.
— No es así —interrumpió el joven— Tulio Banquina ligó de metido que es. Los disparos iban para el presidente, lo trajeron para matarlo y hacerlo desaparecer. Para qué otra cosa lo traerían a este rincón de nada. Pero Banquina apareció de pronto en la línea de tiro y les cagó el plan. Por eso tanta cana, tanto secreto.
Ramón y su hijo discutieron un rato más sus argumentos a favor y en contra de sus respectivas teorías. Me separé de ellos en la esquina de la plaza y volví caminando a la pensión. Mis vigilantes nocturnos me siguieron todo el tiempo. Los he visto salir del auto e ir de prisa hasta la hamburguesería que está en frente de la pensión. Y volver al rato con provisiones. Son dos, son hombres, visten camperas, o cualquier abrigo que les permita ocultar las armas.
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Matado tres veces
Mystery / ThrillerCrimen, venganza y conspiración política. Los condimentos esenciales para una trama atrapante. La historia de los sucesos que desencadenaron la misteriosa muerte de Tulio Banquina, en Cielo Chico, una población rural donde transitan viejas costumbre...