Matado tres veces

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En el centro de la foto estaba el presidente. Al lado estaba un hombre, desacomodado casi cayéndose. Una mancha roja le crecía en el pecho.

Lo que me mostraba la foto, de seguro podría haber ilustrado la primera plana de cualquier diario con grandes títulos en rojo. La foto no parecía trucada, no soy un experto, pero si acaso se trataba de un engaño era un trabajo muy profesional. Estuve a punto de mostrarles a algunos amigos la fotografía, sin embargo, no lo hice. La tuve guardada entre mis cosas por unos días. Marcia había compartido conmigo lo que ella consideraba una confidencia, o acaso un peligroso secreto. Y no quería romper esa confesión por lo menos no sin antes saber más sobre el tema.

En la foto, al fondo reconocí la cruz de una iglesia, una muy particular. Era de hierro y estaba inclinada a cuarenta y cinco grados. Yo conocía ese lugar. Era la iglesia de "Cielo Chico". Había nacido en ese pequeño poblado, y había pasado mis primeros años visitando todos los domingos la iglesia de la cruz torcida. La torció un rayo en semana santa. Por un tiempo la iglesia estuvo más llena que el prostíbulo. En esa Iglesia, detrás del viejo aljibe había besado por primera vez a Marcia Paz, la mujer más bonita de todo Cielo Chico.