La bella y la bestia (Zeke Jaeger x Lectora)

#5 Más que humanos

Narra Zeke Jaeger

No sabía en que momento ya me estaba sintiendo así por ella, era mi amiga de hace tiempo y la apreciaba porque siempre estaba ahí apoyándome, aunque nuestras metas o ideología no eran compatibles, ¿Pero quien necesita que sea igual? No quería perderla por nada del mundo, prácticamente ella era mi mundo. 

Mis abuelos siempre la recibieron con los brazos abiertos, aunque sus padres eran iguales a los míos, ella era una niña bastante callada o tímida, pero cambio al pasar del tiempo y con la muerte de sus padres tuvo otra transformación, se esmero por conservar la casa de sus padres, continuó en el programa del ejército, para la sorpresa de las personas que no la conocían fue la única que rechazará el titán hembra. 

...No, no sabía como me empezó a gustar...pero me sentía seguro y feliz, aquel día que la había ido acompañar de vuelta a su casa, volver a mirar sus ojos me hizo sentir invulnerable, mi corazón latía a una velocidad incontrolable, mis impulsos no dudaron para llegar a tomar su barbilla, nuevamente la miré y deposite un beso en sus labios, fue una sensación cálida y mi alma se sentía en paz. 

Pero una parte de mi batallaba por no tener esos sentimientos, primero era mi amiga eso lo debería de tener claro, segundo Tom Xaver me guió hacia su ideología de que nuestra raza debía extinguirse y ahora era mi propósito, aunque implicaría que ella fuera estéril, nunca le pregunté si alguna vez quisiera ser madre, era tal vez egoísta de mi parte. 

Ese día después de que investigará el huevo que iba a cuidar, la esperé a fuera hasta verla caminar, parecía estar pensativa pero la iba siguiendo por detrás, a unos minutos y estar en Liberio le dije de mi presencia por que ella reaccionó situándome a su lado, tomé suavemente su mano mientras íbamos caminando hacia su casa...aquí estaba otra vez yo intentando acercarme a ella. 

NARRADOR. 

Los dos llegaron a la casa de (T/N), cada uno perdido en sus pensamientos hasta que la chica reaccionó y miró a las manos de ambos sujetadas, llegando apartarse sonrojada ante la situación. 

—L-lo siento...ando pensativa en unas cosas...—. Al recordar miró al rubio con algo de seriedad. —Zeke, quiero que me aconsejes en algo. 

Habían entrado a su casa, se encontraban tomando un té que ella había preparado para estar los dos sentados en el sillón, la chica dejó su taza en la mesa del centro para respirar profundo. 

—Zeke...no se si sea correcto decirlo, pero...¿Tú serías capaz de aceptar una misión que va contra lo que quieres? 

Este se quedó pensativo mientras tomaba un sorbo, algo similar andaba pasando en su cabeza pero trataba de enfocarse en lo que decía la chica. 

—...depende, tienes que pensar si va a beneficiar a la parte que mando, ¿Tienes algo que te preocupa. 

—No, pero ya sabes...son cosas que me llegan a la cabeza y te las terminó contando. 

La chica dijo con una sonrisa para aproximarse a tocar su propia taza pero al estar viendo al contrario chocó su mano haciendo que el objeto se derramará, haciendo que los dos miraran la mesa y notaria la joven que él había puesto su mano sobre la de ella. 

Nuevamente su palpitar empezaba a latir rápido, como una ola empezará a arrastrarla a mar abierto, sus ojos y los de él hacían contacto, quería apartar la mirada pero algo que mucho tiempo andaba surgiendo en ambos le impedía. 

Zeke deslizó su mano que sostenía la contraria llevándola suavemente hacía la mejilla de (T/N), los dos sentían una atracción que llevaba más allá del físico, era la unión, el apoyo, el tiempo, miles de factores que no se apartaba uno del otro. El rubio se aproximó entrecerrando poco a poco sus ojos como la contraria igual, hasta que finalmente sus labios volvieron a entrar en ese suave contacto.