#3 Hasta que el ejército nos separe

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La joven había llegado a poner un trapo bastante grueso en la caja de madera, colocando esta en su habitación y dejarlo bajo la luz de su lámpara de escritorio, descendió por las escaleras hasta salir de su casa con sus llaves en el bolso de su chaleco militar. En cuanto salió pudo ver al rubio llevando a fumar tranquilamente, su estado de tranquilidad le gustaba, no sabía cuanto tiempo no tuvieron esa paz de poder estar juntos sin asuntos militares, unos segundos basto para que este se girará y al verla no pudo evitar nuevamente sonrojarse, girar su mirada a otro lado y apagar el cigarro.

Ella por poco se le olvidaba aquel momento, creería que fue producto de una alucinación o de algún sueño metido de manera espontanea, pero se equivocaba, siendo que era parte de su realidad que llegó a incomodarse, los dos al estar juntos empezaron a encaminarse hacia la casa de los abuelos Jaeger.

Zeke abrió la puerta para darle paso a la chica y esta ingresará, en cuanto la visualizó la abuela Jaeger se aproximó para darle un fuerte abrazo de bienvenida.

—¡Mi niña, te vez bastante hermosa! Me recuerdas un poco a tu madre, gracias por venir a cenar con nosotros.

El comentario del parecido a su madre le llegó a incomodar un poco pero no hizo mención de su molestia dejándolo pasar y correspondiendo al abrazo. -Gracias a usted por invitarme.

Las dos se encaminaron hacia la mesa para que esta le ayudará a sacar los platos, la abuela de Zeke hizo un poco de crema de zanahoria acompañado de un pan, le había mencionado que aun no estaba lista la tarta de manzana por lo que tenían que espe...

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Las dos se encaminaron hacia la mesa para que esta le ayudará a sacar los platos, la abuela de Zeke hizo un poco de crema de zanahoria acompañado de un pan, le había mencionado que aun no estaba lista la tarta de manzana por lo que tenían que esperar en lo que comían. Aquella escena le hizo recordar a Zeke cuando (T/N) venía siendo más joven, tuvo el espejismo de ambas cuando intento ayudar en hacer un pan de mantequilla.

—Zeke, hijo...¿Te encuentras bien? Esos entrenamiento te dejan cansado, ¿Verdad?

—..N-no abuela, me encuentro bien.

Los tres se sentaron una vez que los alimentos estuvieran listos, la comida estuvo algo silenciosa por lo que la mayor llegó a toser un poco para romper el hielo. 

—Por cierto, (T/N)...¿Es cierto que irás a Paradis? Deberías hacer cambiar de opinión a los almirantes.

—Creí que solo eran rumores de ahí...realmente espero que sean eso, solo rumores...sino tendría que ir y cumplir la misión con los chicos.

—Si llegas a ir, por favor cuídate mucho y vuelve pronto, no se que haría Zeke sin ti...

—Abuela....

—La otra vez me estaba contando que una vez te escuchó cantar mientras veías el entrenamiento de los guerreros y dijo que..

—¡A-abuela! P-por favor...

Las dos mujeres se sorprendieron ante la reacción de Zeke, la chica no pudo evitar en soltar una pequeña risa y su abuela entendía que con esa reacción era un mensaje que andaba hablando de más, aunque disfrutaba de ver a ambos jóvenes juntos, uno pasando vergüenza como la otra reía. Por sus adentros esperaba que los dos algún momento salieran, quería que su nieto saliera con una chica linda y (T/N) cumplía sus expectativas además de que le tenía bastante cariño. 

La bella y la bestia (Zeke Jaeger x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora