Louise está segura de dos cosas: ama a su esposo de manera desmedida e infinita, pero debe dejarlo. El sacrifico que implica ser la esposa y madre de las hijas del general Christopher Williams está costándole la cordura. Su decisión será una bomba política que tratarán de sofocar al instante, ya que dejar al héroe del país, al hombre perfecto, a la persona que trajo paz y prosperidad a la nación, podría poner en riesgo y en duda todo lo que se conoce hasta el momento, incluso, el proyecto más trascendente de la nueva era.