Durante años los vencedores los juegos del hambre se llenaban de riquezas y a mi parecer, eso era suficiente. Pero después noté que las riquezas no eran nada comparado con el sufrimiento que los tributos debían soportar antes y después de los juegos; vi con mis propios ojos el dolor de Peeta Mellark, Johanna Mason, Annie Cresta e incluso el de Enobaria... Ahora quizá me envíen a los últimos juegos del hambre, y los primeros donde los tributos serán del Capitolio. Todos suponen que es justo que me envíen a mi ¿Por qué? «Porque soy la nieta de Snow»