Matheo
Una hora más tarde, estaba en una fiesta llena de estudiantes universitarios, alcohol y olor a humo. Se sentía como en casa y me encontré metido entre un montón de tipos que no conocía y dando una calada cada vez que me pasaban el porro.
El dolor en mi brazo quedó en el olvido mientras la noche se hacía más ligera.
—¡Oye, te conozco! —Una chica con el pelo rubio rizado arrastró las palabras en mi oído—. Eres ese guitarrista de Dark Passion, ¿verdad?
Estaba vestida para ser follada. Algunas chicas eran así. Sus pantalones cortos eran de fácil acceso y su camiseta podría haber sido llevada para la playa.
Esos pantalones cortos vaqueros ajustados hacían posible ver las tiras de su tanga negro y ella se aseguró de agacharse lo suficiente como para captar la atención de los chicos a mí alrededor.
La alejé de mí un poco y reí entre dientes mientras tomaba un trago de mi vaso rojo.
—Sí, ese soy yo.
Pasó el dedo por mi yeso y frunció el ceño.
—Me dio pena lo de tu brazo. Es de esperar que se pondrá mejor pronto y puedas utilizar tus dedos de nuevo.
Estaba coqueteando. Muy evidentemente ligando. Miré alrededor de la habitación para buscar a Desiree, pero no estaba por ningún lado.
—Sí, espero que pronto —dije rápidamente mientras fingía no entender su significado.
Se acercó a mí y puso su mano en mi rodilla.
—Entonces, ¿qué hace un chico como tú aquí? —ronroneó.
Si fuera el mismo chico que solía ser, me la hubiera folllado en la cama más cercana. Es una locura cómo cambian las cosas.
—Estoy aquí con mi novia. —Me puse de pie y me alejé, pero no antes de ver cómo sus ojos se ponían como platos.
Caminé por la fiesta, en busca de Caramelo, sin éxito. Atravesé la cocina y agarré otro vaso en mi camino. Después de buscar en toda la planta baja, fui paso a paso hasta que estuve en el rellano de arriba.
Los pasillos de la casa de ladrillo que albergaba a algunas de las chicas del equipo de Desiree eran bastante delgados y no estaba seguro si eran las pastillas para el dolor mezcladas con la hierba y la cerveza, pero mi hombro continuaba rozando la pared mientras caminaba por el pasillo lleno de gente. Me encontré con una pareja que estaba liándose contra la pared y me giré rápidamente para salir del pequeño espacio. Desiree no estaría aquí donde todo el mundo estaba liándose y toda esa mierda de todos modos.
Estaba casi en la escalera cuando la puerta al otro lado de la escalera se abrió. Todo se detuvo a mi alrededor cuando Desiree salió con un tipo alto y desgarbado. Parecía una rata sucia y la forma en que la evaluó de pies a cabeza hizo que mi sangre hirviera. Extendió su mano y tomó la de ella con una sonrisa. Estaba diciéndole algo, pero no podía escuchar desde donde estaba parado.
Ella le sonrió y murmuró:
—Gracias. —Sin ni siquiera verme, tomó las escaleras hasta el primer piso.El chico miró a su alrededor por el pasillo y luego volvió a entrar en la habitación, cerrando la puerta tras él.
Imágenes de mí derribando a golpes la puerta y sacándolo a la fuerza del cuarto pasaron por mi mente.Prácticamente podía sentir mi puño contra su rostro, y con el yeso, podría causar serios daños, como un daño que alterase su cara.
De ninguna manera acababa de pasar eso. Ella no me engañaría, pero seguro que lo parecía. Mi sangre hervía y mi visión se puso borrosa. Quería arrancar la puerta de las bisagras y asfixiar al hijo de puta. En su lugar, tomé las escaleras de dos en dos hasta que estuve en la planta baja de nuevo. Me sentía como un loco. Quería saber qué demonios estaba pasando y lo quería saber en ese mismo momento.

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Basta con pedir un Deseo? (Dark Passion 2)
Ficção AdolescenteEn ocasiones lo que parece un final feliz es el comienzo de un camino que será realmente difícil. Aunque su hermanito y su tía creen que Desiree debería buscar ayuda profesional para lidiar con los demonios del pasado, ella cree que lo único que nec...