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Desiree

Cuántas quieres esta vez? —preguntó Phillip mientras se apoyaba contra la pared del baño.

Sus largos brazos estaban cruzados sobre su pecho y parecía molesto porque lo había arrastrado al baño y le había pedido comprarle allí. Sacudió los largos flequillos rubios de su cara y los aseguró detrás de su oreja. Su cabello era demasiado largo, mucho más largo que el de Matheo, y no estaba segura que era lo que las chicas veían en él, pero eso no importaba. Lo único que importaba era que él tenía lo que necesitaba para pasar el resto de la semana y mis dos últimos partidos de futbol.

—¿Cuántas tienes ahora? —le pregunté.
Sentí que estaba a punto de ser atrapada y me mantuve mirando la puerta del baño detrás de mí.

Sabia en el fondo de mi cabeza que si Matheo me veía salir del baño con Phillip, no sería bueno, pero este era el único cuarto donde él no se atrevería a entrar. Solo me tenía que asegurar que Matheo no estuviera en ningún lado y hacer esta visita rápida. Matheo comenzaría a preocuparse y buscarme al minuto que se diera cuenta que no estaba allí bailando.

—Tengo diez aquí. Sesenta dólares y son tuyos. No sé por qué no sigues mi consejo y obtienes algo más fuerte. —Sacó una bolsa holgada y la sostuvo en alto.

Metí la mano en mi sujetador y saqué el dinero. Metiéndolo en su palma, agarré la bolsa y me volví hacia la puerta.

—Espera ¿cuál es la prisa, niña? Estamos aquí solos y te ves jodidamente bien esta noche. Tal vez podríamos aprovechar. —Inclinó su cabeza y obviamente me revisó.

—Tengo novio, pero gracias por la oferta. —Abrí la puerta y la música se filtró en el silencioso baño.

Intenté salir corriendo y dejar que la puerta se cerrara detrás de mí, pero Phillip me siguió. Sentí su cercanía detrás de mí y automáticamente entré en modo búsqueda-de-Matheo. Sentí la mano de Phillip en mi espalda y la moví de allí tan rápido como la colocó.
Su cálido aliento golpeó mi oído.

—Si necesitas más, sabes dónde encontrarme.

Le sonreí y le di las gracias con mis ojos antes de darme la vuelta para irme. Fue entonces cuando vi a Matheo moviéndose directamente hacia nosotros. Extendí mis manos para detenerlo, pero me pasó rápidamente.

—¡No, Matheo, espera! —grité.
No me escuchó; ni siquiera me prestó atención mientras agarraba a Phillip por el cuello con ambas manos y lo golpeaba con la cabeza.

Phillip cayó fuera del rincón y fue a dar hacia la esquina exterior de la pista de baile. La gente dejó de bailar y se volvió para saber cuál era la conmoción, la música se detuvo. Había gente agolpándose, lista para ver una buena pelea.

Phillip no retrocedió. Parecía seguro de sus habilidades peleando y eso me asustaba aún más. Se mantuvo firme mientras golpeó a Matheo con tanta fuerza que su cabeza se disparó a un lado y la sangre salió volando de su labio.

Solté un grito ahogado y comencé a dirigirme a la pelea, pero la multitud se agrandaba alrededor de ellos a cada segundo y no pude avanzar. Al otro lado de la horda, pude ver a April intentando abrirse paso y detener la pelea, así que empecé a esforzarme aún más para poder avanzar también.

—Ese es el único, hijo de puta. —Matheo levantó un dedo, y se secó el labio sangrando.

Phillip miró alrededor con confusión. Obviamente se estaba preguntando quién diablos era Matheo. Mientras tanto, Matheo tenía una sonrisa malvada en su rostro. Conocía su historia y también sabía que estaba disfrutando mucho de todo esto. Luché con más intensidad para atravesar la multitud cuando vi a Matheo moverse de nuevo. Estaba tan enojado y era tan rápido que prácticamente podía ver el humo saliendo de su cara roja.
Phillip contraatacó lo mejor que pudo, pero Matheo lo superó y lo tiró al piso. Rodaron y Matheo se quedó en la parte superior. No dudó desde ese punto, sus puños volaron uno por uno, arriba y abajo.

Basta con pedir un Deseo? (Dark Passion 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora