Lo último que empaqué fueron mis pantaloncillos de gimnasia. Tenía una enorme y tonta sonrisa en mi rostro mientras cerraba mi maleta y la arrastraba por la sala para esperar mi taxi. De todas las cosas que podía usar para excitar a mi hombre, esos malditos pantaloncillos parecían ser el truco.
Llamé a tía Sarah y Jair para hacerles saber que estaría fuera de la ciudad por unos días. Prometí ir a comer como siempre cuando estuviera de regreso. Intentaba tomar la cena con ellas al menos dos días a la semana, y ya sentía que me lo estaba saltando.
Me sentía nerviosa por el vuelo, así que tomé otro Valium, gracias a April, para poder conllevarlo. Me prometí a mí misma no volver a tomar más de esas cosas, pero parecía que ahora estaba tomando al menos una a la semana ahora. Ayudaba cuando me sentía ansiosa por algo.
El vuelo a tomó una eternidad, y después de cambiar de avión en una escala y sentarme por dos horas en espera, estaba exhausta y dormí por el resto del viaje.
Tomando mi equipaje, me dirigí hacia donde Matheo me dijo que me esperaría. Lo vi antes de que me viera. Estaba apoyado contra un poste con sus brazos cruzados, contemplando el paisaje del aeropuerto. Estaba usando una camiseta negra y vaqueros oscuros. Sus botas estaban apenas atadas como siempre.
Su cabello oscuro estaba sobre su rostro, y los lentes de aviador que usaba cubrían sus ojos cafés. Estaba casi a la mitad del aeropuerto cuando él finalmente se giró y miró en mi dirección. Su expresión seria cambió y una dulce sonrisa tiró de sus labios.
Sonreí de regreso y arrastré mi equipaje detrás de mí. Me encontró a medio camino, tomando todas mis bolsas y dándome un suave beso.
—Te ves hermosa —susurró en mi oreja.
—Dudo mucho eso. He estado atrapada en un avión la mayor parte del día.
—Confía en mí, nena. Sé de lo que estoy hablando.
Lo seguí fuera hacia un auto que no reconocí y metió mis maletas en la parte de atrás. Intenté ayudar, pero golpeó suavemente en mis manos y me dijo que él lo tenía. Abrió la puerta del auto para mí, pero antes de que pudiera entrar, apartó mi cabello a un lado y me besó.
Fue el beso de un hombre hambriento, todo caliente y profundo. Me aferré a su camiseta y empujé mi mano bajo esta pasar mis dedos a través de sus duros abdominales. Liberó mi boca y siseó, mordiendo su labio.
—Está bien, eso es más de lo que puedo soportar en este momento.
Me dio un beso rápido y cerró la puerta detrás de mí luego que había subido. Una vez que entró y encendió lo que solo podía asumir era su auto nuevo, alargó su mano y entrelazó sus dedos con los míos.
—Así que, ¿a dónde vamos? —pregunté.
—Directo al espectáculo. Lo siento. Sé que estás cansada por tu vuelo, pero será lindo tenerte allí mientras toco. —Le dio un apretón a mis dedos.
—No, eso está bien. Sabes que me encanta verte.
Sonrió hacia mí, y luego levantó mi mano para besar mis dedos. Mío… Eso era todo lo que podía pensar.
El resto de la banda me dio la bienvenida detrás del escenario cuando llegamos, y me senté a un lado cuando los chicos se preparaban para el espectáculo y se pasaban un porro. No perdí el hecho de que Matheo lo rechazó cuando llegó hasta él.
Me sonrió apenado y le sonreí de regreso, haciéndole saber que estaba feliz con su decisión. Sin embargo, por la forma en la que estaba tomando Valiums estos días, no había mucho que pudiera decir sobre la forma en la que él se relajaba.
Me quedé a un lado del escenario y observé cuando la banda salió. La multitud se volvió loca; el ruido elevó el techo y me obligó a asomar mi cabeza desde detrás de los soportes. La cantidad de gente mirando a los chicos era sorprendente.
La primera canción que tocaron era conocida para mí, y me encontré moviendo mi cabeza con la música. De vez en cuando, Matheo miraba hacia mí y guiñaba un ojo. Amaba verlo tocar, la forma en la que sus dedos se movían por las cuerdas sin esfuerzo alguno. La paz que se movía a través de su rostro mientras tocaba era hermosa. Envidiaba esa paz.
Un poco más tarde, él estaba lleno de sudor y tocando con su corazón. La multitud estaba loca y llena de surfistas*. Una vez, una chica intentó subir al escenario pero fue quitada rápidamente. Eso no sucedió, sin embargo, la segunda vez que una chica intentó subir. Apenas saltó al gran tipo que era parte del equipo, y logró llegar al escenario.
Se quedó moviendo sus manos hacia la multitud, y luego corrió directo hacia Matheo y se arrojó a sí misma contra él. Él se apartó hacia atrás con una sonrisa, pero ella se movió más rápido y le plantó un beso contra sus labios. El fuego voló a través de mí, y si no hubieran habido tantas personas en la multitud, hubiera ido allí y le hubiera arrancado el cabello. Matheo gentilmente la empujó lejos y le sonrió. Sus dedos continuaron moviéndose a través de su guitarra.
Finalmente, la chica fue llevada y los chicos continuaron tocando, pero no podía superar la sonrisa engreída de Matheo después que la chica lo besó. ¿Le gustó? A él no le pareció importar que ella estuviera sobre él.
Continuó viendo hacia mí, pero no podía mirarlo. Mientras más tocaba, más molesta estaba. No podía soportar a todas esas chicas sobre él y sabiendo que si un chico hubiera hecho lo mismo conmigo, Matheo probablemente lo hubiera matado.
Después del espectáculo, Matheo fue directo hacia mí. Me besó en los labios y me jaló con una gran sonrisa de felicidad en su rostro.
—Quédate aquí. Voy a correr y a limpiarme un poco. Ya regreso. No te muevas, ¿de acuerdo?
Asentí con mi cabeza y se alejó. Su camiseta se le estaba pegando. Era asombroso cuánto sudor lograban en el escenario. Treinta minutos después, el escenario estaba tranquilo y la multitud se había marchado. La habitación estaba en silencio y caminé sobre la plataforma vacía y pasé mis dedos a través de los diferentes instrumentos.1 Surfista: personas que se montan sobre la multitud.
Maratón 4/5
Les juro que a veces envidio la calma de Desiree, yo si iba y la mataba

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Basta con pedir un Deseo? (Dark Passion 2)
Novela JuvenilEn ocasiones lo que parece un final feliz es el comienzo de un camino que será realmente difícil. Aunque su hermanito y su tía creen que Desiree debería buscar ayuda profesional para lidiar con los demonios del pasado, ella cree que lo único que nec...