Sentimientos encontrados

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Estamos Julián y yo en el centro comercial.
-¡Mira hay rebajas en M.U.F.- digo yo emocionada
-Otra vez tu con tu tienda de nombre raro- me responde con cara apática.

-Se llama Moda Urbana Fashion y no es rara, es diferente.

-Yo no quiero entrar ahí las dependientas son unas viejas marujas

-Pues tu verás porque tengo tu cartera - digo mientras corro a la tienda.

-¡Capulla mis ahorros!- me grita mientras corre hacia mí

-vaya no has podido cogerme estás desentrenado, se te movía la chicha mientras corrías.

-¡Cállate!

-Si mejor que igual me comes, tu barriga se movía más que cualquier bailarín. A saber a quién tienes metido ahí dentro. En el burger ya te conocen nada más entrar por la puerta.

-¡Apestosa! Ya verás las consecuencias

Julián intenta avalanzarse sobre mí, pero tropieza y cae al suelo haciendo que retumbe toda la tienda.

-¡Terremoto! - grito yo como una loca

-¡Fuera de aquí¡-dice un dependiente cincuentón con cara de amargado y unas arrugas impresionantes.
-! Arrugado ¡ - le grita Julián mientras corre.

Menos mal que todavía puedo comprar por Internet

Le digo a Julián que vayamos al burger y él dice que sí.

-Este año no vas a necesitar flotadores en la piscina- le digo

-¡Vete a tomar cañas borracha!-me responde enfadado

Entramos en el burger y el camarero está buenorro, ya sé porque Julián ha subido de la 38 a la 42 en 2 semanas.

Julián se pide una una ensalada, menos mal que tenía miedo de que me disparara con el botón del pantalón.

Hemos venido aquí para comprar la sangre falsa y poner a prueba a Stefano

Entramos en la tienda de disfraces y vamos a lo que vamos. Nos ponemos la capucha estilo yonkie. Visualizamos la sangre sintética, la cojo y salgo corriendo.

Julián que se había quedado empanado mirando al del burger por el cristal se queda en tierra. Cuando suena la alarma de la tienda.
¡Qué la detenga alguien! - grita la dependienta.
- Ahora voy a por ella. - le responde Julián. Ya no volvimos a pisar esa tienda.
Ya sé que vale un poco más de un euro el bote de esa sangre, pero hoy estoy en modo rata.
Nos escondemos en el videoclub, cerca de la salida.
- Hijos de puta, ¡salid de aquí! Cómo os atrevéis a venir aquí después de lo que me hicisteis. -? - nos reprocha el encargado del videoclub.
- No tienes pruebas de que fuimos nosotros los que te intercambiamos los dvd de las pelis porno por las de Disney. - replicó Julián.
- Entonces, ¿cómo sabes lo que pasó?.
- Porque mi primo alquiló Bambi y se encontró con festival de culos 3D.
-¿Crees que soy tan retrasado como tú, maricón?
-¡Qué me acabas de llamar virgen precoz!
-Mejor virgen que follar por el culo, aberración

-¿Qué le has dicho a mi primo imbécil?
-La verdad- me responde el malparido

Comienza una batalla que yo empiezo tirándole las pelis que cogo de las estanterías y se las tiro a la cara.

Julián lo agarra y yo empiezo a meterle puñetazos por todas partes. Intenta escapar pero no puede, no sabe dónde se ha metido.

En un momento consigue soltarse y queda a Julián inconsciente tirándole encima la estantería de cine español.
Me agarra -¡Suéltame! - grito desesperada mientras me pone contra la estantería de estrenos.
-Hoy va a ser el día en el que pierda la virginidad- me dice con cara de loco

-¡Aléjate guarro!- le grito dándole cabezazos

Consiguo apartarle lo sificiente y le doy una patada en los huevos.

Cae de rodillas en el suelo sugentándose los huevos con las dos manos
-Puta, maldita lesbiana- me dice con una voz entrecortada.
Yo doy una patada giratoria degándole inconsciente en el frío suelo.

Voy a ayudar a Julián que intenta levantarse sin éxito.
-¿Estás bien? - le digo mientras lo levanto del suelo
-No, solo recuerdo un montón de carátulas sobre mí y después..... el infinito negro.
-Ya te has puesto místico- le digo para intentar tranquilizarlo.
-¿ te ha violado? - me pregunta preocupado
-Ese no me toca ni con un palo, ha sido patético.

El dependiente del videoclub
despierta y ataca desprevenidos a Penélope y Julián dejándolos inconscientes y atándolos para que no escapen.

Atrapada con el profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora