Campanas de boda (Parte 1)

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Estoy tirada en sofá del salón viendo una peli mala por la tele, mi padre está a sus cosas con el portátil y mi madre está visitando a mi abuela.

Es un día bastante aburrido y las clases me habían aburrido aún más.
Estaba a punto de levantarme para hacerme un bocadillo cuando se escucha a un coche derrapando en la entrada de casa.

-¡Es tu madre!- dice mi padre boquiabierto mientras mira por la ventana del salón.

Mamá entra en ese momento como si tuviera la mejor noticia del mundo, aunque igual para ella lo era.

-¡Penélope hija mía coje la tarjeta de tu padre que tu tía se casa por fin y necesitas un vestido !

Mi padre y yo nos miramos incrédulos

-¿Y no me serviría en del bautizo de mi prima Rasputia ?

-Pero, ¿Cómo te atreves a decir eso? Toda la familia se daría cuenta y quedaríamos en ridículo.

-Mamá como te pongas así voy con el vestido de la primera comunión.

-Venga sube al coche, no me he cargado las flores para nada.

Mi madre acelera peligrosamente y yo me agarro asustada a mi asiento.
Para intentar relajarme pongo música de Justin Timberlake, no Bieber, en el coche.

-¡Mamá que nos vas a matar!

-Esque nos cierran las tiendas que se está haciendo tarde- dice mientras pisa el acelerador.

Llegamos a los aparcamientos de una tienda cercana a casa solo queda una plaza libre comienza a dar volantazos como nunca, el coche se mueve de una lado para otro como en los coches de choque y empiezo a marearme.

Una pareja joven que logra ser más rápida nos quita el sitio después de luchar contra mi madre y cuando salen del coche le gritan:

-¡Hemos ganado vieja gorda!-

Mi madre se deprime y casi que empieza a llorar mientras yo me cojo el cabreo más grande de mi vida. ¿Cómo se atrevían a hablarle así a mi madre estos impresentables? y más con su bebé que era un engendro maligno.

Le digo a mi madre que me cambie el sitio

-¿Qué vas a hacer Penélope?- me pregunta preocupada

-Vamos a poner a prueba mis conocimientos de mario kart- le contesto con una sonrisa traviesa.

Bajo la ventanilla del conductor y saco el puño en señal de venganza, los dos engendros y su bebé entran en la tienda y no se enteran de nada (espero que tengan un buen seguro). Con el puño levantado grito-¡Al ataque! y piso el acelerador del coche los mas profundo que puedo, con dificultad mantengo el volante en dirección al coche de la pareja. mi madre asustada empieza a gritar y el coche se estampa contra el de ellos dejándoles destrozada la parte trasera-Esque estos coches modernos no aguantan nada- digo con una risa malvada

-Rápido mamá pon la marcha atrás y le dejamos el coche destrozado.

Mi madre asiente con la cabeza, es el mejor momento madre e hija que había tenido en años, y toma el mando de la situación. Pronto empezamos las dos a reir mientras le damos al coche por detrás. Al final la familia engendro sale de la tienda y se quedan congelados ante la situación. Ellos vienen corriendo, yo bajo la ventanilla y les digo:

-Pues mi madre será más vieja pero vosotros os habéis quedado sin coche por abrir esas bocazas que tenéis.

La mujer me abre la puerta e intenta sacarme a la fuerza. En ese momento mi madre baja del coche y se lanza sobre ella tirándola al suelo.

-Yo estaré gorda pero una talla 38 del Zara como la tuya no es rival para mi talla 50- dice mi madre mientras la otra lucha por respirar.

Veo al marido acercándose a las dos así que yo me lanzo sobre su espalda, me agarro a su cuello y comienzo patalear. Al final le dejo reducido y mi madre y yo nos montamos en el coche para salir pitando.

Vamos a casa con una sonrisa triunfal dibujada en nuestras caras. Cuando llegamos nos bajamos del coche y entramos en casa riendo como si fuésemos amigas de toda la vida.

-¿Qué hacemos ahora con el coche? porque tremenda abolladura tiene- le pregunto a mi madre.

-Tu tranquila 21 años de matrimonio dan para mucho.

Me coje y empieza a despeinar mi pelo y rasgar mi ropa, después ella se hace los mismo.

-Tu padre está en mi habitación así que no nos escucha, esto lo descubrí en la primavera de 2001 cuando nos trajeron la televisión de pantalla ancha y que buena nos salió la próxima vez tenemos que comprar de la misma marca..

-Mamá no te enrolles

-bueno bueno, el caso esque tu padre se dejó la puerta abierta y los técnicos entraron sin llamar al timbre.
Yo no sabía que estaban aquí a si que bajé solo con una toalla y me los encontré ahí en el salón enchufando cables. Que buenos que estaban la camiseta del uniforme les estaba a los dos a punto de reventar y tendrías que haberme visto a mí tenía 35 años un buen culo y las tetas en su sitio. Pues lo que pasó esque me monté el mejor trío de mi vida, hasta me hice un esguince en el tobillo.

-¡Le fuiste infiel a papá! - le digo atónita ante lo que estoy oyendo.

-No hija, tu padre y yo siempre hemos tenido una relación abierta. Hicimos una boda católica porque a tu abuela le hacía ilusión.

-Mamá no puedo creer lo que oigo

-Pues creételo ¿Te acuerdas de tus tíos Rubén y Carmen que nos ves desde hace años? pues no era tus tíos, eran nuestros líos que viniste de clases de piano antes de tiempo y nos pillaste con las manos en la masa.

Mi madre sube arriba para contarle una mentira a mi padre, yo sigo procesando todo lo que acabo de escuchar y varias preguntas no dejan en paz mi mente ¿Porque entonces eran así de estrictos conmigo respecto a ese tema? ¿Cuántas personas sabían esto? ¿Sería el mejor momento para confesar mi relación con Stefano?

Mi padre baja asustado me ve sentada en sofá y me abraza mientras me besa la frente

-¿Estas bien?- me pregunta preocupado

-Si- le respondo yo sin hacerle mucho caso pues mi mente está ocupada en otros asuntos.

Atrapada con el profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora