Campanas de boda (parte 2)

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Llega el día de la boda. Mi madre nos levanta muy temprano porque a las 12 tenemos que estar en la iglesia.

Yo hablo un rato con Stefano por videollamada en mi cuarto, es muy temprano y los dos tenemos cara de dormidos.
En cuanto le digo que tengo que ir a una boda se queda sorprendido y no sé porqué.

-¿Por qué pones esa cara?

- Esque hoy también tengo boda- dice apartándose de la cámara dejando ver el traje tendido sobre su cama.

-¿No será la de las 12 ,verdad?- le pregunto yo

-Pues si, esa es- muestra una expresión un tanto traviesa a si que le tengo que parar los pies

-Quieto parado, que va a estar mi familia y gente que te conoce a tí-le digo en broma.

-Tranquila solo era una broma-dice el, pues no pilla que estaba de broma

-Eso espero- le digo sonriendo.

Bajo ya preparada. Cogo una tostada medio quemada y me la voy comiendo en el coche camino de la iglesia.

-Valla aburrimiento que me espera-digo mientras me acuesto en el asiento del coche y sacando los pies por la ventanilla mientras le doy los últimos mordiscos a mi tostada.

-Ponte bien niña, te vas a estropear el pelo.

Llegamos a la iglesia los últimos -¿Cómo es posible si vivimos a 10 minutos en coche?- dice mi madre colocándose el horrible vestido color naranja butanero.

Entramos en la iglesia y por suerte aún no ha llegado la novia.
Nos tenemos que sentar al final del todo porque nadie nos ha guardado el sitio.

-Somos los marginados de la familia- digo mientras me siento indignada el el último banco. 

Hay una niño de estos que solo sirven para molestar, por suerte está jugando a videojuegos y espero que no me moleste.

Pero no es así el puto niño empieza a tirarme de la falda y yo le doy manotazos constantemente

La novia entra y empieza a sonar una música horrorosa sacada de la película de la boda de Muriel. El niño se asusta y se tapa los oídos.

Veo a mi tía un con una expresión algo extraña en la cara, pero supongo que serán los nervios

Empieza la ceremonia, la cosa más aburrida del mundo. Yo comienzo a mirar a todos lados para distraerme, de repente veo a alguien familiar ¡ES STEFANO!  la cosa se pone interesante.

El niño se despega de la pantalla de la consola y abre la boca

-Olle tengo 10 años pero si esperas 8, me tendrás para tí.

- ¿Qué dices puto niño?

-Esque de cara eres fea pero estás muy bueno, ¿Qué talla de sujetador usas?

-Escucha puto pajillero de guardería, ¿Dónde coño están tus padres?

-A ti te lo voy a decir.

Le cogo la consola y se la apago.

-¡No! No había guardado la partida.

-asi estarás ocupado en lo que tienes que estar.

De repente me doy cuenta de que todos están boquiabiertos. Pero no sé por qué.

Resulta que mi tía había dicho que no y nos quedamos todos mirando la escena.

Le dice que no al novio con la cabeza, le tira el velo al cura y sale corriendo. Cuándo pasa por mi lado grito

-¡llévame contigo!  Y le cogo el brazo
Mi tía asiente con la cabeza y la sigo.

Las dos corremos como locas hacia el aparcamiento. Tenemos que romper algunas capas de su vestido ya que es muy incómodo y nos montamos en el coche.

Mi tía pisa el acelerador a fondo y se va saltando los semáforos.

-¿A dónde iremos ? pregunto

-Lejos de todo esto- dice sin despegar ojo de la carrera. Yo hecho el asiento del coche para atrás lo más que puedo, pongo los pies sobre el salpicadero, me pongo a escuchar música con el móvil e intento dormir un rato pues la carretera está desierta y hace mucho calor.

No sé cuánto tiempo habrá pasado pero mi tía me despierta en el hotel donde hibamos a celebrar la boda. Es un lugar impresionante a si que subo con ella a la habitación pues quiere escribir una nota de despedida.

Yo tengo un montón de mensajes de mi madre preocupada pero no les hago caso y me paseo por el hotel escuchando música.

Bajo por las escaleras del servicio y me cuelo en la cocina para coger comida

-¡Qué tonta soy, si ya estará el banquete servido!- pienso

Salgo de allí inmediatamente antes de que alguien me vea y voy al salón donde la comida ya está servida. No hay nadie y me pongo las botas.

Vuelo a la entrada del hotel donde mi tía me está esperando impaciente.

Cuando llevamos un rato en carretera pregunto:

-¿Y qué vamos a hacer?

-A ti te dejaré en casa porque no tienes nada que ver en esto y después me iré para no volver en mucho tiempo.

-¿Cuánto tiempo? - pregunto con tristeza

-Todo el que pueda, pero no te preocupes por mí- responde ella lanzando una mira tranquilizadora.

-Al menos ¿me dirás lo que pusiste en la carta?

Hay una copia aquí mismo, nos es exactamente lo que he acabado poniendo pero viene a decir lo mismo.

Cojo el papel que estaba bañando en lágrimas y comienzo a leer

Querido Franchesco,
Llevo unas semanas teniendo dudas sobre si lo nuestro podría funcionar, cuando me vi a mi misma llegando al altar notaba que mi corazón volvía a latir, pero no sabía si se trataba de amor o soledad y la verdad esque para tan solo unas semanas no vale la pena una vida amargada.
Recuérdame siempre,
Tu princesa.

Llegamos a mi casa, antes de salir abrazo a mi tía más fuerte que nunca. Ella me desea lo mejor y se va. Yo me quedo mirando el coche hasta que desaparece de mi vista.

Mis padre están en casa y me escuchan entrar, automáticamente mi madre viene corriendo hacia mí y me hecha una bronca. Me preguntan donde está la tía y yo que aún tengo el papel entre las manos lo estrujo mientras le digo que no sé

Subo a mi cuarto y leo los mensajes que me ha enviado Julián. Dice que toda la familia está muy enfadada con nosotras dos, pero a mí me da igual.

Quedo con el para hablar pero no pude, porque está ocupado

¿Qué pasará si llamo a Stefano?

Espero que os guste el capítulo , perdón por tardar tanto en actualizar. ❤️🖤❤️




Atrapada con el profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora