Atrapados

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Rebecca se quita su blusa blanca de lana con botones de madera y la deja caer suavemente por sus hombros.

Stefano la agarra por la cintura y comienza a besar su cuello mientras la deja caer sobre el colchón. Rebecca le mete mano y le desabrocha los banqueros dejando ver el calzoncillo de Calvin Klein. Stefano baja por su cuello y comienza a manosear sus pechos, luego la cintura hasta que llega a las bragas blancas de algodón con una pequeña rosa en el frente.

Stefano comienza a practicar sexo oral y los ojos de Rebecca se ponen en blanco y sus brazos se agarran al cabecero de la cama. Sus gemidos cada vez son más intensos y yo me quedo muda.

Cuando Rebecca llega al orgasmo grita de placer y los dos se abrazan. Rebecca comienza a comerle la boca baja por su cuello, el pecho, se agarra a sus espalda y baja el calzoncillo de calvil Klein, comienza a chupársela a Stefano el cual gime mientras acaricia a el pelo rubio ondulado de Rebecca. No puedo creer lo que estoy viendo.

Corro lo más rápido que puedo de ese sitio y llego a Julián y Adrián que han vuelto al coche. Me ven blanca y se preocupan por mí.

-¡Qué te pasa! - dice Adrián yo no contesto pues todavía estoy en shock.

-Esta ha visto la colección de pelis porno de la otra y se ha quedado blanca-contesta el gilipollas de mi primo.

Me subo al coche y les pido que me lleven a casa, no hablo en todo el trayecto y los dos se empiezan a preocupar de verdad por mí.

Cuando llegamos me bajo del coche me despido y corro hacia la puerta mientras me miran.

-¿Qué le pasará? - se preguntan

Corro por las escaleras y me encierro en mi cuarto.
¿Por qué me siento así? No entiendo porqué me afecta tanto, quizás porque Rebecca siempre ha sido mi enemiga y me Jode que me quite al lige.

Me tumbo en la cama y me quedo dormida, pasan unas horas y llaman a la puerta. Bajo las escaleras bostezando ¿quién será? Abro la puerta y me encuentro con Adrián.

-Te veo deprimida-me dice

-Métete donde te llaman- le contesto borde.

Adrían pasa al salón sin que le dé permiso, lleva una bolsa con tarrinas de helado y comedias románticas de Julia Roberts. Nos sentamos cada uno en un sofá y tengo que preguntarle

-¿por qué haces esto?

- Se ve que lo necesitas

- Yo no necesito nada de nadie

-No seas orgullosa

-Bueno pero solo porque me gusta
Pretty woman aunque es una mierda
.
Se empieza a reir mientras abre la tapa del helado. Ponemos la película pero no le hacemos mucho caso yo le empiezo a contar todo lo que ví en casa de Rebecca

-¿ Y qué vas a hacer?

-¿Pues qué voy a hacer? Nada, él también lo estaba disfrutando

-Pero y si tiene el síndrome de Estocolmo

-¿el qué?

-Pues del trauma se ha enamorado de Rebecca.

-¿Pero eso puede pasar?-le digo

-si y que sorpresa

-¿Qué sorpresa?

-Pues que todo el mundo dice que tu estás loca y la loca es la chica más popular y a la que todo el mundo admira.

-No me sorprende, es cliché de peli adolescente.

-Pero esto no es una película, es la vida real - me responde.

-Si te parece es una novela mala- digo

-Si, escrita en Internet por adolescentes al borde de la depresión.

Nos empezamos a reir y entonces reacciono.

-Stefano ¡Vamos a por él !

-Necesitamos a Julián para que nos ayude.

Adrián conduce a toda pastilla hasta la  casa de mis tíos. Entramos sin avisar y corremos al piso de arriba hasta el cuarto de Julián. Cuando entramos el ambiente está cargado y un olor fétido nos penetra la nariz.

-Dios santo pero qué es esto - Dice Adrián.

-Es un pedorro sonámbulo ¡ABRE LAS VENTANAS!

Intentamos despertarlo pero no se mueve ni un centímetro. No sabemos que hacer hasta que se me ocurre una idea.

-Tápalo entero con las mantas.

-¿para qué? - me dice

-¡Tu hazlo!

Tapamos a Julián con las mantas y después de unos momentoas mi plan entra en acción. Los pedos de Julián se quedan atrapados bajo las sábanas junto con el y se escucha como empieza a toser cada vez más fuerte, se levanta de un salto gritando ME ASFIXIO. Todo esto ante mirada atónita de Adrián.

Nos empezamos a descojonar muestras el tonto de mi primo nos empieza a decir que casi le matamos.

-No es culpa nuestra, son tus gases de chernobyl- le contesto tirada en el suelo de la risa.

Adrían me recuerda nuestra misión y nos llevamos a Julián que todavía tiene el pijama puesto.

Llegamos al jardín trasero de la casa de Rebecca, la puerta que da a la cocina está cerrada y las ventanas igual. Pienso rápidamente que podemos hacer.

Esperamos unas horas dentro del coche hasta que se haga de noche por si hay una vieja maruja espiando.

Vamos los tres por el jardín delantero hasta la puerta principal, que casa más hortera los padres son peores que ella, una ventana del porche está abierta y me meto por ahí.

Toda la casa huele a vainilla, escucho que alguien viene ¡Es Rebecca que va a pasear a su perro!

Salgo por la ventana, Adrián y Julián están detrás de un arbusto yo estoy a punto de esconderme pero Rebecca sale y me ve

-Ya lo sabía

-¡Tú qué vas a saber ¡-le digo seria

-Sabía que algún día vendrías a mi arrastrándote. Venga pasa.

Acepto la invitación pero solo para infiltrarme en la casa, además Julián y Adrián están fuera lo que significa que me pueden ayudar.

Rebecca me sube a su cuarto y nos sentamos en su cama, es todo muy incómodo pero no pienso abrir conversación.

Rebecca baja a la cocina a hacer una pizza, mientras cotilleo su cuarto, estoy caminado por la alfombra cuando noto que la tabla del suelo está un poco suelta, levanto la alfombra y después la madera. Hay una caja escondida pero no me da tiempo a abrirla pues escucho a Rebecca subiendo por las escaleras.

-Ya estoy aquí-dice Rebecca que entra con una bandeja.

Voy a aprovechar para comer pizza, me cojo los trozos más grandes.

-Y ¿como te va? - me dice

-Muy bien- le miento

-No quedábamos desde que éramos niñas - me dice

-solo estávamos porque nuestros padres eran amigos.

Rebecca se acerca haciéndome sentir más incómoda, me hecho para atrás todo lo que puedo pero choco con la pared y en ese momento me besa.

Atrapada con el profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora