Mate del alfa©

13: Celos.

Luz.

Subo las escaleras con el corazón en la mano, él me sigue por detrás en cuatro patas y lo llevo a su habitación cerrando la puerta detrás de mí.

Es la primera vez que entro aquí, todo es en gris, blanco y madera.

La enorme cama y el televisor, también tiene un gran ventanal que se mantiene con las cortinas abiertas.

Dos puertas que supongo llevan al baño y al closet...

Aidan vuelve a ser humano ante mi y se acerca con rapidez, sus ojos aún siguen rojos y su altura es algo que me intimida

—¡¿Qué hacías ahí?! —Me grita.

No puedo concentrarme con él desnudo.

—Papá dijo que podíamos ayudar.

—¡Te tocó! ¡Maldición, Luz! ¡Te tocó! —Vuelve a gritar.

Me asusta así de alterado y cuando pienso que ya se va a calmar, me carga en su hombro.

—¡¿Aidan, que haces?! —chillo. Dios se me va a ver el trasero y posiblemente algo más.

Entra conmigo al baño y me deja dentro de un jacuzzi, sin darme tiempo a respirar me moja completamente.

—Quiero que te quites su olor —gruñe poniendo cara de asco.

—¡Pero! ¿Qué es lo que te pasa? —Ahora yo estoy enojada, su actitud maníaca y celosa me hace querer arrancarle los ojos.

—¿Qué hacías dejándote abrazar por otro?

—¡Solo fue un abrazo! ¡Puedo abrazar a quien yo quiera!

—¡No! ¡Eso no!

—¡¿Qué es lo que te pasa?! —Repito y salgo mojando todo el suelo sin importarme.

«Hace frío».

—No me gusta que toquen lo mío —Se acerca y me envuelve las caderas.

—No, suéltame —Intento alejarlo —Yo no soy de nadie, deja tus celos tóxicos que tampoco somos nada tu y yo.

—Eres mi Luna.

Sus ojos se hacen verde intenso y me desconcierta por un momento.

—Ni siquiera sé qué es una Luna.

—Por eso, hablaremos esta noche —Me recuerda.

—Bien, entonces, hasta que no hablemos, mantente normal. Yo no tengo nada que ver, hasta no saber ¿Okay?

Me mira con seriedad por cortos segundos antes de volver a hablar

—Cambiate, iremos a elegir el menú para la cena —Ignora lo que digo y es algo que me jode.

Me pasa una toalla y salgo de la habitación. Que vaya él solo a ver su menú, me tiene harta con tantas órdenes, cree que soy su hija para estar molestando todas las horas del día.

Ya en mi habitación, Deylin está sobre mi cama con mi teléfono en las manos.

—¡Es un loco! —chilla emocionada.

—Un lobo —Corrijo entrando al closet con ella detrás de mí

—Lo mismo —Reniega —Tu novio ha estado llamando.

«Joder, Jaden».

Casi no le he puesto atención, ya que con Aidan encima es poco lo que puedo hacer.

—Lo llamaré

Ella enciende la televisión y yo entro al baño para llamar a mi novio.

No me responde, así que le dejo un mensaje.