41: ¿Dónde está mi Luna?

20.2K 1.4K 102
                                    

Luz.

El primer día fue mágico. Leí el folleto y nos enseñarán a transformarnos casi al final de trimestre.

Los días empezaron a ser un poco monótonos.

Tomaba clases de lunes a jueves hasta las 3 de la tarde, estudiaba con Deylin en el receso y veía a Edilith la mayoría del tiempo en los pasillos. Andrea regresó y ya todos saben de su embarazo.

Guillermo pasa por mí todos los días, Anastasia me espera con la comida lista, luego de comer investigo sobre los temas de Mixología Botánica, practico Licantropía Física y leo libros de Estrategía. No negaré que a veces me harto.

Pero no es nada comparado con lo que ponen en la escuela, esto es más objetivo y cada cosa aprendida tiene una finalidad.

Me he hecho colega de casi toda la academía.

Y ya olvidé a Isabel, me dí cuenta que hace las cosas con hipocresía, ninguna de sus acciones son sinceras y la verdad no me importa. Siempre y cuando no cruce su línea, todo estará bien entre ella y yo.

Aidan llega a la hora de la cena, comemos juntos y después follamos hasta la madrugada.

Básicamente mis días se resumen en lo mismo, así que sin darme cuenta ya llevo todo un mes en la academia.

Llego temprano al igual que todos los días, las primeras horas son sobre estrategía, muestro todo lo que investigue sobre un territorio humano al norte. Soy reforzada en algunos temas y me lleno de frustración cuando recibo la siguiente pregunta.

¨¿Tasa de cambiantes que frecuenta el lugar?¨

Tuve que responder con un simple ¨No lo sé¨, porque era la verdad y no quería inventarme nada.

Termino y con el hambre a mil, me voy a la cafetería, busco mi comida y como siempre Deylin tiene libros sobre la mesa, anota cosas en una libreta y me sonríe cuando llego.

—Mira esto —Me muestra una página del libro con flores raras que tienen más de dos colores —Es una liba, flor ansiolítica que reduce la capacidad de controlar tus propios sentidos. La mezclaré con hojas de Musir que ralentizan la transformación, las hojas eran usadas hace muchos años, para tener el tiempo de estudiar nuestra propia transformación. Aún las plantan en el invernadero, pero el uso de esta está prohibido. Pienso que ambas plantas mezcladas pero, con una dosis más fuerte y concentrada del Musir, seguro lograré mi cometido.

—Deylin, piensa bien las cosas antes de meterte en problemas —recomiendo con sinceridad.

—Ya lo pensé...

Las luces rojas cubren el lugar de la nada, todo el mundo actúa sorprendido y el incesante sonido de la alarma limita nuestros sentidos auditivos.

Guardias aparecen por las puertas, empujan a los alumnos intentando sacarnos del territorio escolar. Tomo la mano de mi amiga con fuerza para no perderla.

—¡Los vampiros han irrumpido en la academia!

El grito de la noticia me deja petrificada. Deylin mira a todos lados en busca de algo, los guardias intentan mantenerme a salvo, pero mi corazón se dispara cuando mi amiga suelta mi mano.

—¡Deylin! ¡¿ A dónde vas?! —grito mientras intento liberarme del escuadrón que me rodea.

—¡Mi investigación! ¡Mi libreta se quedó allá adentro!

—¡No! ¡Espera! —Se pierde de mi vista y sin importarme nada me escabullo corriendo al origen del caos. Aunque intentan detenerme no me importa, porque yo solo quiero sacar a mi amiga de ahí.

Mate del alfa©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora