21: No estoy lista.

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Contiene escenas +18, si no tienes la edad suficiente recomiendo que no leas esto.

Luz.

—¡Otra vez! —Papá ordena y los mismos chicos de la otra vez lanzan golpes al aire.

Lo hacen con precisión y sincronización.

«Ya quisiera pelear así».

Mamá y yo nos mantenemos de pie detrás de papá, él está sin camisa mostrando lo bien que los años lo han puesto.

Mamá sigue con los ojos cada uno de sus movimientos y que se muerda el labio inferior me hace rodar los ojos con diversión.

—Oye, mamá —Susurro solo para nosotras —¿Nos iremos antes de agosto?

No sé porque siento un atisbo de duda en su mirada, el hecho de que no hable con seguridad es otra cosa que me mortifica.

—Debemos decidirlo aún.

No me siento lista para dejar a mis padres, siempre pensé que cuando eso pasara es porque fui a estudiar a otro país.

Porque esos son mis planes, estudiar y viajar antes de formar una familia.

Para mí, tener novio a esta edad es como algo pasajero, que no va a ningún lado y aunque ahora entiendo que este es mi destino, no es algo que quisiera formalizar tan rápido.

Siento que tengo una vida para hacer de todo.

El entrenamiento acaba antes de la puesta de sol.

Ya casi es hora de la cena, y la casa nos recibe con Audrey acompañada por un señor muy parecido a Aidan, no me es difícil saber quién es, ya que el beso que la mujer le propina lo deja claro.

Se ve un poco más mayor que papá, tiene ojos marrones y sonrisa coqueta, viste de smoking y zapatos con agujetas.

—Buenas noches —Saluda amable y tengo la pequeña sensación de que me lo dijo solo a mí.

—Buenas noches —respondemos nosotros.

—Tú debes ser la Luna de mi hijo —Se acerca y su sonrisa llena de ilusión me hace querer enterrarme por lo que acabo de decir frente a mis padres —Kevin Adler mucho gusto.

—Luz Bonnet —Sonrío con cortesía y correspondo a su apretón de manos —El placer es mío.

—Marcus ¿Cómo estás? Que linda está tu esposa —Se saluda con mis padres sin ningún tipo de vergüenza.

Yo intento evadir las miradas de Audrey y busco a Aidan con disimulo.

—La cena está servida —avisa Ilena apareciendo en el pasillo.

—¿Cenarás con nosotros? —pregunta papá.

No sé qué responder, quiero cenar con Aidan y también sé que debo cenar con ellos, pero no tengo intenciones de compartir la mesa con Audrey de Adler.

—Claro que sí, tu suegro está aquí y debes concederle la noche.

Mamá y papá ponen mala cara, no sé si ha sido por la palabra «Suegro» o porque la mujer sigue metiéndose en lo que no le concierne.

—Cenaré con ustedes —respondo. «Me da igual».

—Entonces ¿Con quién cenaré yo? —Aidan hace aparición e intento no sonreír como estúpida.

¿Está mal que me ponga nerviosa?

—Hijo —Su padre lo saluda.

—Papá —Él se detiene frente a mí y cierra los brazos en mi cintura. Yo mantengo la vista al frente sintiendo como me avasalla la vergüenza de hacer esto frente a mis padres —Supongo que ya conociste a mi Luna.

Mate del alfa©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora