14: Cena con Joel.

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Deylin.

Salgo del baño y entro al closet de Luz eligiendo unos pantalones cortos y blusa con arandelas.

Me encanta mostrar mis piernas perfectas por el deporte.

Dejo mi afro suelto y como Luz no llega decido ir a la cocina en busca de agua. Cuando estoy a mitad de las escaleras mi vista se va al hombre sentado en el sofá, usa traje y zapatos caros a mi parecer, su cabello peinado y de perfil puedo ver su cara con la nariz perfilada y labios rosados.

En sus brazos yace un mono bebé al cual él le hace cariñitos. El anillo que tiene en la mano derecha lo hace ver importante «Joder».

El mono logra verme y se trepa en su cuello haciendo el tipico sonido.

—Kira, deja de moverte —pide soltando una carcajada.

¡Nueva fantasía desbloqueada!

Su rostro se gira y me mira con seriedad. Mierda «¿Qué hago ahora?».

—Buenas noches —Saludo, sin saber qué más decir. Me detalla una y otra vez, pero logro mantenerme recta.

Se puso de pie con el mono sentado en el hombro y yo grito en mi interior al ver lo bueno que está.

Es alto, sus brazos anchos al igual que la espalda, el buen físico resalta a pesar del traje y su cara parece tallada por los mismos dioses. No tiene barba, sus ojos grises y las largas pestañas que le dan una mirada profunda «¡Es un morenazo!».

Sus ojos no me abandonan y no emite palabra alguna, no sé si irme o quedarme parada como inútil. ¿Será que no dejará de mirarme?

Medio sonrío y decido seguir a la cocina.

—¿Cómo te llamas? —Su voz es sensacional y me detiene a medio camino.

—¿Me habla a mí?

—Uhum —Se acerca y me doy cuenta que me dobla el tamaño.

—Soy Deylin.

—Eres la amiga de nuestra Luna —Me mira con fascinación y yo procuro aspirar bien el perfume de aquel sujeto.

«Estos hombres huelen bien».

—Sí, de Luz —aclaro —¿Usted quién es?

—Soy amigo de Aidan.

—Oh, el señor Adler.

—Sí, mi nombre es Joel Glade —Me brinda la mano y yo la recibo sin ningún tipo de vergüenza —Eres bonita.

No suelta mi mano y yo quiero ahogarme en un vaso de agua.

«¡Genial! Un pervertido».

Que pena que él esté así de arreglado y yo ni siquiera uso zapatos. Pero ¿Qué se le va a hacer?

El mono se cruza por nuestras manos juntas y al principio doy un respingo haciendo que Joel deje mi mano.

El animalito se ríe y se sube a mi hombro pellizcando mis mejillas y revisando mi cabello.

—Kira, te he dicho que eso no se hace —regaña.

—¿Es chica? —Sonrío mientras le hago cariñitos a la hermosura sobre mi hombro.

—Sí ¿Te gusta?

—Es linda —Suelto una carcajada cuando el animalito deja un beso en mi mejilla —Y muy cariñosa.

—¿Por qué siempre tienes que andar con esa mona? —El señor Adler y Luz aparecen en el pasillo. Este regaña a Joel y lo mira con mala cara.

Levantó las cejas con sorpresa al ver como vienen agarrados de la mano.

Mate del alfa©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora