36: Mixología Botánica.

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Luz.

Regreso adentro con Aidan en la cabeza, el sol ya está saliendo y casi todos están en la sala de espera.

Cuando terminan de salir volvemos a formarnos, pero esta vez frente a la mujer de cabello rubio y ojos marrones

—Mi nombre es Latisha Leen, soy maestra de Mixología Botánica, mi área necesita gente con cerebro y que sepa manejar cualquier situación bajo presión. Mi examen es de 3 horas y deberán crear una bebida medicinal sin importar el objetivo. Recuerden, no pueden herir a la naturaleza; se les otorgará un laboratorio a cada uno, buena suerte.

Caminamos en una fila organizada hasta otro pasillo, tiene paredes verdes y luces blancas.

—¿Luz?

Me giro encontrando a un chico.

—¿Sí?

—Collete... Ha enviado esto —Me entrega la parte de arriba de mi uniforme.

—¡Ow! Gracias —sonrío tomando la prenda.

La puerta frente a mí se abre, el chico se va y entro observando el laboratorio con paredes blancas, tiene un mini invernadero incrustado en la pared. Hay muchas plantas, algunas marcadas con amarillo y otras en azul.

Logro identificar el regaliz americano y la hiedra marcadas en azul. Eso me hace suponer que las plantas medicinales son las que están en amarillo.

—Marcela —leo en voz baja.

Saco mi teléfono e investigo el nombre, para saber el propósito de mi bebida. Después tomo una tijera y con sumo cuidado empiezo a cortar sus flores.

La planta se marchita en mi mano junto con todo lo que hay en la maceta y termino soltándola asqueada «¿Y si estás son las venenosas? No, no lo son, estoy segura».

No sé mucho de plantas, pero las azules son venenosas. No las amarillas «¿Verdad? Maldita desconfianza»

Vuelvo a buscar una planta con la vista, investigo sus propiedades y tomo las tijeras lista para cortarla.

Lo hago con más cuidado y vuelve pudrirse en mis manos.

Me pasa con tres macetas seguidas recibiendo la misma reacción.

De la nada mamá me viene a la cabeza y... "El consentimiento hace parte de la vida, Luz"

«¿Será que...? No. Bueno, tal vez...»

—Hola... Pequeña Árnica —toco la planta con la yema de los dedos —¿Cómo estás? Tus flores se ven bonitas hoy. Tomaré algunas para hacer el examen, no quiero herirte... —arranco las flores con las manos y se mantienen intactas haciéndome sonreír —Gracias.

Hago un té con la Árnica y busco entre las diferentes cosas encontrando miel para endulzar.

Luego de terminar me coloco frente a la puerta, inmediatamente esta se abre. Hay dos chicos en la sala de espera, minutos más tarde los demás se unen.

Latisha pregunta qué hicimos y cada quién da la respuesta y dice para qué sirve.

Llega mi turno y la mujer me observa con seriedad.

—Luz Bonnet Cadam.

—Hice un té de Árnica, sirve para...

—Sé para qué sirve —me interrumpe —¿Cómo lograste cortar la planta?

—Se atrapan más moscas con miel que con hiel. Solo necesitaba el consentimiento de la planta.

—¿Quién te dijo cuáles eran las medicinales?

Mate del alfa©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora