Luz.
«Son pruebas simples»
«Intenta encontrarte a ti mísma»
«Solo déjalo que fluya»
«Tus instintos te lo dirán»
Son las respuestas que recibo de la gente cada vez que pregunto.
Es una interrogante en mi cabeza. «¿Qué debo estudiar?»
El exámen de la academia me tiene nerviosa; no sé qué pasará. He intentado preguntar, pero tengo entendido que lo cambian casi siempre.
Es viernes y despierto a media noche, me ducho para mantenerme despierta y como más de lo necesario para tener fuerzas.
Aidan me acompaña y la academia nos recibe con el cielo nocturno; los exámenes empiezan durante la madrugada. Hay pocas personas; acompañantes, los que tomarán el examen y maestros.
—Estaré aquí cuando salgas —besa mi mejilla —Mi Luna, relájate y piensa. No actúes por impulso.
Sonrío antes de alejarme y soy llevada con otro grupo de jóvenes a lo que parecen ser baños.
Chicos y chicas se cambian sin pudor alguno, yo me quedo estática sin saber qué hacer, ya que no estoy acostumbrada a dejarme ver en ropa interior.
Me parece increíble que con lo posesivos que son los lobos, hagan estas cosas entre ellos.
Detallo una chica que está en ropa interior, un chico medio desnudo se le acerca por detrás y le susurra algo al oído.
Espero aunque sea una pequeña reacción de incomodidad, lista para intervenir.
Ella se cruza de brazos, el chico retrocede un par de metros, toma una toalla y cubre a la chica metiendola a uno de los cubículos.
Lo último que veo son las líneas de sangre que bajan por sus piernas.
«Tiene la... Pero ¿La ayudó?».
Entro a uno de los cubículos con la escena en mi cabeza y empiezo a ponerme el uniforme con rapidez.
El lugar no es como esperé; los chicos muestran respeto a las chicas y la actitud de Aidan me hizo pensar que todos serían unos depravados.
Después de cambiarme salgo y voy a las salas de espera donde están los otros.
Hay pantallas gigantes que muestran el bosque y detrás de nosotros un cristal por el cual logro detallar a Aidan.
Está sentado en los mejores asientos lejos de la gente, mantiene su porte serio mientras no deja de mirarme.
Por un momento sopeso la idea de sonreírle, pero decido centrarme en los maestros.
La señora de la última vez es la primera en tomar la palabra.
—Mi nombre es Isabel y soy su directora. Bienvenidos a la academia donde espero que muchos tengan el valor e inteligencia necesaria para quedarse. Son jóvenes talentosos y aquí serán pulidos para ser mejores —Camina de un lado a otro demostrando a la clase que es digna de ocupar su lugar —No es necesario que aprueben todas las áreas, normalmente siempre se aprueba una o dos.
Hay tres personas más detrás de ella, dos mujeres y el hombre con rasgos de bebé.
—Mi nombre es Colette Onai, soy africana y la maestra de estrategia. Mi examen será el primero con una duración de tres horas, el objetivo es conseguir un kilómetro de distancia del murciélago. Lo harán con forma humana —habla una de ellas. La mujer es de tez oscura, ojos grises y cabello rizado. Es alta con un cuerpo perfectamente proporcionado y piel brillante como la de una muñeca.
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Mate del alfa©
Fantasy¿Qué es lo que podría pasar en un viaje a Suiza con tu padre? ¿Cómo te sentirás cuando el amigo de tu padre intente estrechar su relación contigo? Luz Bonnet, una chica hermosa, educada, amable y sobre todo difícil de domar. Con tan solo 15 años...