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Liam Payne era un libro, ese libro que tenías en casa pero jamás te habías tomado el tiempo de leer. Y cuando lo abres por primera vez te das cuenta de lo interesante que es, que cada palabra plasmada en sus hojas es un nuevo descubrimiento.

Para Zayn, eso es lo que representa Liam. Pero era algo que Zayn aún no podía entender, si Liam era interesante de ver, pero difícil de comprender.

—Se que tiene mal aspecto, pero sabe bien.—Liam lo miraba con un puchero en sus labios mientras extendía la comida frente a su boca. Miró de reojo a Caleb, quien lo miraba divertido desde el piso.

—Acabó de comer y estoy muy lleno.—Dijo alejando su rostro del raro pescado que Liam le estaba dando.

—No seas mentiroso Zayn, estuvimos juntos todo el día.—Dijo sin borrar su puchero pero un ceño fruncido.

—Eso huele y luce asqueroso Liam.—Lo miró antes de regresar su vista a la comida.

—Mi papá sólia darme mucho de comer esto.—La mueca de Zayn sólo aumentó y negó con la cabeza.

—No pienso comer eso, huele peor que la comida de tu gato.—Liam soltó una risa y llevo la cuchara a su boca comiendo el pescado.

—Como quieras, más para mí.—Tomó el plato entre sus dedos ante la aun nueva de Zayn.

—Esa cosa no debería ser comestible.—Zayn dio un trago a su jugo, mirando los gestos que hacía Liam ante su comida. Zayn había descubierto algunas cosas de Liam.

°Cuándo una comida le gusta suele hacer un baile raro.
°Come todo el tiempo, pero mantiene una figura delgada.
°Duerme menos de 6 horas y algunas veces solo duerme 3.
°Habla un español muy fluido y un francés por igual.
°Cuando escucha una canción que le gusta esta todo el día cantándola.
°Tiene una muy linda voz.
°Es muy malo en la cocina.
°Odia hacer ejercicio.
°Muerde su pulgar cuando está concentrado.
°Le da un tic nervioso en la pierna.

Y su lista podría seguir, cosas tan pequeñas que Zayn había aprendido a lo largo de los casi dos meses que llevaban conviviendo juntos.

—La sardina es rica, si sabes como prepararla.—Zayn miró al menor con una ceja alzada mientras lo veía lavar su plato.

—Puedo agregar eso a tu limitada lista de cosas que sabes hacer en la cocina.—Dijo con una pequeña sonrisa y Liam lo miró fingiendo indignación.

—Aja, pero siempre comes de mis pastas, son las mejores de Londres.—Zayn asintió dándole la razón.—Voy a lavar mis dientes, ahora vuelvo.—Salio de la cocina dando pequeños saltos y Zayn quiso reír ante su infantil actitud.

El gato lo miraba fijamente, Zayn podría apostar que lo estaba criticando pero decidió fingir que no se daba cuenta de la mirada del felino. El timbre sonó y le hizo mirar el pasillo por sí Liam salía, pero cuando sonó una segunda vez se levantó y camino hasta la puerta abriendo esta con pereza.

—Oh. ¿Que haces aquí?—Louis tenía las manos metidas en su chaqueta mirando a Zayn y luego detrás de él, al gato que estaba acostado.—¿Y porque Caleb es un gato?—Zayn iba a contestar, pero la voz de Liam se escucho a sus espaldas.

—Hola Lou.—Le dio una brillante sonrisa.—¿No vas a pasar?—Preguntó ladeando la cabeza, el oji azul entró mirando entre ambos hermanos.

—¿Este es el gato?—Preguntó obvio señalando al felino y Liam asintió.

—Se llama Cody, es un gruñón, como tú y Zayn.—Las tres deidades fruncieron el ceño. Louis miró de reojo a Zayn antes de seguir a Liam hasta la sala.

—¿Qué haces aquí?—Preguntó el moreno entre susurros.

—Lo mismo te preguntó.

—Estoy cumpliendo mi papel de niñera.—Louis lo miró con una ceja alzada, claramente sin creerle su excusa.

—Ten.—Liam le tendió un par de libros a Louis que los tomó sin protestar.—Dile a Harry que si quiere algo de mi debería venir él a pedirlo.—Murmuró con una mueca.—Si es todo deberías irte, no quieres hacer esperar al rizado.—Movio la mano como si estuviera corriendo a Louis, el oji azul suspiro mirándolo con reproche.

—Solo es tímido.—Zayn miraba entre ambos sin comprender de qué hablaban.

—Si claro, tímido.—Liam no se tomaba la molestia de fingir siquiera el desagrado que esa persona le daba.

—Te veo mañana en clases.—Le revolvió el cabello y le dio una última mirada al moreno antes de salir del departamento.

—¿Qué pasa con ese odio por Harry?—Liam lo miró con el ceño fruncido y se dejó caer al sillón sacando todo el aire de sus pulmones.

—Es un odioso, todo el tiempo está pegado a Louis.—Se cruzó de brazos.—Y Louis nunca le dice nada, solo esta ahí detrás de él como perro.—Frunció aún más el ceño y apretó los puños.

Zayn lo miró sintiendo un desagradable dolor en el pecho. Mirar a Liam ponerse celoso por ese chico, lo hacía sentir de igual manera. Estaba más enfocado en el enojo que sentía por la atención que Liam le daba a Louis, ignorando completamente que Louis estaba detrás de un humano.

Si te gusta Louis, dicelo.—Dijo con gran esfuerzo tratando de que su voz sonara normal.

—Pero a Louis no le gustó yo, pero si ese tipo. El otro día le saludo de beso, el idiota llegó y le dio un beso a Louis. ¿Y Sabe que es peor?—Preguntó realmente indignado.—Que Louis no le dijo nada, a mi me costó tres meses que me hablara con algo más que gruñidos y monosílabos.—Rodo los ojos. Caleb levantó la cabeza al sentir el aura que desprendía Liam y Zayn miró sorprendido al castaño.

—Relajate.—Le dijo con voz baja, pero Liam solo aumentaba más su aura.—Liam, mírame.—Tomo el rostro del menor entre sus manos mirando como las esquinas de estos se volvían negras. Trató de concentrar una energía positiva en la palma de su mano, pero Liam parecía cada vez menos humano.

Incluso escucho cuando Caleb dejó su forma humana, pero sus ojos no se separaron del rostro de Liam. El castaño soltó un gruñido enseñando dos largos colmillos. ¿Alguna vez llegó hasta esta etapa con Louis? Zayn cerró los ojos para tratar de tranquilizar al castaño.

—Besalo.—Los ojos de Zayn se abrieron mirando a Caleb como si estuviera loco.—Solo es una opción.—Zayn regreso su vista a Liam, sus ojos sólo quedaba una pequeña parte en blanco.

—Sueltame.—Incluso su voz sonaba más grave y Zayn ya tendría tiempo para pensar en lo sexy que sonaba.

Zayn no sabía que hacer, toda su vida vivió rodeado de demonios, lo normal en el era ver a los demonios y no tratar de suavizar su ira, así que no sabía cómo se supone que debería tratar con esto. Y se sentía estúpido porque posiblemente Louis ya lo abría controlado.

Cerro de nuevo sus ojos centrando sus energía en otro lado antes de juntar sus labios con fuerza.

DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora