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—¿Este chico no duerme?—Preguntó Caleb aún mirando al castaño. Zayn se encogió de hombros desinresado en lo que estaba haciendo el castaño.—Lleva ahí horas.—Caleb ladeo la cabeza.

Caleb era el menor de sus hermanos, un demonio demasiado curioso para su propio bien, Zayn en ocasiones dudaba que el peli negro siquiera fuera un demonio, Caleb estaba muy interesado en los humanos, y en sus 100 años de vida había se había llenado de tanta información como le era posible.

Si, Zayn y Caleb eran dos polos opuestos, pero aunque Zayn no lo demostraba posiblemente Caleb era el único de sus hermanos a quien el mayor le tenía algo de cariño.

Zayn miró de regreso al chico que movía sus dedos por el aparato para después copiarlo en su libreta.

—Este tipo es aburrido.—Dijo Zayn el ceño fruncido y ambos brazos cruzados sobre su pecho.

Liam cerró sus ojos y tomó su celular para ver la hora, 2:00 a.m si se apresura a podría terminar esta tarea y dormir hasta las 6. Con un pesado suspiro siguió leyendo el texto que le mandaron, llevo la punta de la pluma a su mano murmurando las palabras.

—Me di cuenta que solo nos ve cuando está estresado, irritado o enojado.—Dijo Caleb acercándose al chico agachadose para ver lo que sea que escriba.—Ahora debe estar muy cansado como para no sentir nuestra presencia.—Caleb ladeo la cabeza interesado en lo que sea que el castaño hacia.

[...]

Liam corría por todo su departamento su mochila colgando de un brazo, en ese mismo brazo lo que parecía un largo tubo y su computadora, en el otro brazo sostenía un suéter color negro, su cabello aún goteaba de agua.

—Aquí está.—Liam tomó un cuaderno y sin cuidado lo metió a su mochila para cerrarla. Tomó sus llaves y apago la luz antes de salir y poner seguro.

Empezó a correr por las escaleras sin tiempo a esperar el elevador. Se había quedado dormido, se supone despertaría a las 6, pero no había escuchado su alarma si no hasta las 6:20. Podía agradecer que la universidad quedaba cerca de su casa, tal vez a unos 20-30 minutos, por eso es que había comprado ese departamento, pero ahora necesitaba un milagro para llegar a su clase de las 7 en quince minutos. Dio un rápido saludo y salió a la calle corriendo por la vereda esquivando personas, tampoco había tiempo de esperar el autobus ya que este tenía horas de llegada y el siguiente llegaría en cinco minutos.

Cuando el gran edificio de su facultad se alzó sobre él se permitió recargar las palmas de sus manos sobre sus piernas y tratar de respirar 7:10 nunca había corrido tanto en su vida, no podía darse el lujo de faltar una tercera vez a esta clase.

Acomodó sus cosas sobre sus hombros y el suéter antes de emprender camino hasta el alto edificio.

—Liam.—El castaño paro en secó mirando al alto hombre frente a él. El castaño dio un paso a atrás.

—Compermiso.—Trato de rodear al chico pero este se lo impidió.—Voy tarde a mi clase.—Apretó la correa de su mochila y se alejo.

—Por favor cariño, escuchame.—Trato de tocar su mano pero Liam dio un manotazo.

—No me digas cariño, y no me toques imbecil.—Frunció el ceño mirando al chico.—Y por favor Marcus, deja de ir a mi departamento, no quiero nada que ver contigo.

—Por favor escuchame.—Liam se soltó con fuerza del agarre y empujó al otro castaño por el pecho logrando que se alejara.

—No me toques.—Se dispuso a alejarse esta vez evadiendo al chico.

Todo paso en cámara lenta para el, sintió el fuerte jalón que dio Marcus a su porta planos y como este se desprendía de la cuerda para caer por un ruido sordo al piso.

Su mirada asustada se dirigió al piso al ver como la tapa de desprendía porque había olvidado poner el seguro, el papel enrollado resbaló cayendo justo en un maldito charco de agua.

—No, no, no.—Liam se agachó tratando de recuperar su plano pero fue en vano, el papel estaba completamente mojado. Su plano que le llevó 3 malditas semanas hacer, en un segundo había sido destruido por el imbecil que tenía en frente.

—Lo siento cariño, lo siento mucho.—Marcus trato de acercarse pero al ver la mirada de Liam, parecía que sus ojos se habían vuelto completamente negros, sus puños se apretaban con fuerza.

Liam cegado por la fuera empujó a Marcus con tanta fuerza que este callo al piso y con aun más fuerza el puño de Liam dio en su mandíbula, y luego otro y otro.

—Liam basta.—Louis cargo sin esfuerzo a Liam para alejarlo del castaño que sólo cubría su rostro.

—¡No te quiero cerca de mi imbecil!—Gritó con furia Liam.—Te juro que voy a poner una orden de restricción.—Liam se soltó con fuerza de Louis y tomó su tubo para entrar para seguir su camino.

—¿Lo ves verdad?—Preguntó Caleb mirando aún sorprendido al chico.

—Si.—Murmuró igual de sorprendido Zayn, aún se podía mirar el aura de Liam, era como si un manto de obscuridad lo cubriera.—¿Creés que sea hijo de nuestro padre?—Preguntó con una mueca de asco.

Caleb se encogió de hombros.

—Pero él otro chico tiene algo familiar.—Dijo señalando al castaño que caminaba detrás de Liam.

—Se parece a Louis.—Frunció el ceño.

—Que emocionante.—Caleb aplaudió emocionado por descubrir algo.

Pero Zayn no estaba seguro si eso era bueno, si Liam tenía todo ese odio dentro de él, cuando despertara como semi-dios sería un gran problema controlarlo.

DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora