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—Lo puedes llevar a su departamento.—Dijo Louis estacionado el auto frente al gran edificio. Zayn aún no entendía como había aprendido a usar esa máquina.

—Lo puedes llevar tu, ya te dije que no soy su jodida niñera.—Zayn salió del auto y miró a ambos lados antes de empezar a cruzar la calle.

—¿Sabés? Persefone estará muy feliz de contarle que encontraste el amor en la tierra.—Zayn se detuvo y miró al chico.—Solo digo qué, soy el dios del amor, puedo hacer que te enamores de este lindo chico que conociste hoy, seguro tu madre estará tan feliz que arme toda una boda para celebrar la unión que ella no pudo tener.—Zayn hizo un sonido de disgusto con la lengua. Si bien Louis no era del todo el dios del amor, lo era de la ilusión, demasiado similar, te hacía creer estar enamorado de alguien y aún que a Zayn le pese admitirlo, Louis tenía casi mil años más que él y por lo tanto era más fuerte.

—Vete al demonio.—Dijo entre dientes y zarandeo el hombro de Liam, no pensaba cargarlo.—Hey, bastado, levántate.—Liam hizo un sonido de garganta y abrio apenas un ojo.

—Cargalo, no pesa nada.—Louis le dio una sonrisa divertida. Zayn soltó un bajo gruñido antes de sacar con brusquedad al chico de la parte trasera.

—Me lastimas Lou.—Liam con voz adormilada y torpe salió del auto, tropezó con sus propios pies.

—Camina.—Zayn tomó al chico por el brazo y cruzó la vacía calle. Liam iba a tropezones detrás de él.

Posiblemente si Lim estuviera en sus 5 sentidos ya habría mandado al demonio al moreno por jalarlo de esa forma, pero ahí con más alcohol que sangre en su sistema y con un sueño interrumpido Liam podría seguir incluso a un desconocido.

Zayn sujeto con fuerza el brazo del chico para que no cayera, hacia una mueca mientras veía los números del elevador cambiar.

—Tengo hambre Lou.—El aliento de Liam chocó con su cuello y Zayn soltó otro gruñido de fastidio.

—Soy Zayn idiota.—Liam soltó un jadeo y se alejo para verlo.

—¡Zee!—Zayn hizo una mueca ante el patético apodo.—Vqmos a comer Zee, quiero pizza o sushi.—Dijo con una boba sonrisa.

Cuándo la puerta se abrió en su piso solo salió de la caja de metal y arrastró al chico con el, no entendía como el alcohol se le había subido aun más en el trayecto del auto. Se paro frente a la puerta del castaño.

—Dame tus llaves.—Extendio la mano. Liam hizo un leve puchero. La mano libre del castaño tentó su costado y frunció el ceño.

—Mi chaqueta, están en mi chaqueta.—Dijo aún palmeando su cuerpo para comprobar que tampoco estaba su prenda de ropa. Zayn frunció el ceño y soltó un pequeño gruñido de frustración para jalar otra vez al chico hasta su departamento.

Abrió la puerta del departamento y dio un manotazo buscando pre ser la luz.

—¿Me estas secuestrando Zee?—Preguntó Liam con una pequeña sonrisa. Zayn solo se limitó a jalar su brazo para aventar al castaño al sillón.—Esas no son formas de tratar.—Hizo un puchero y sobo su brazo que por fin había sido liberado.

—Callate y duérmete.—Sin darle tiempo a contestar empezó a caminar por el pasillo para la habitación.

—Peroooo tengo hambre.—Liam se levantó con pasos torpes y cuando dio un paso estos se enredaron y cayó de rodillas.—Auch.—Se quejo.

Zayn rodó los ojos e ignorando al ebrio chico en la sala entró a su habitación cerrando la puerta. Pasaron los minutos y nada se escuchó, por lo que supuso que se había quedado dormido.

No es que Zayn realmente necesitará dormir, pero descansar un momento no le haría daño. Se quito la ropa y quedó solo en boxers, aun le costaba acostumbrarse a la ropa humana, pero se dejó caer en la cama con el rostro pegado a la almohada.

[...]

Sus ojos se abrieron y su nariz se arrugó al sentir el olor de tristeza, tenía muy bien grabado ese olor dentro de él ya que al convivir con las almas de los muertos sabía cómo estas olían. Separó su cuerpo del cómodo colchón y salió de la habitación, sólo para que el olor lo golpeara más fuerte. Camino por el obscuro pasillo hasta la sala, donde era el único lugar con luz.

Ahí sentado en el sillón estaba Liam, sus pues descalzos arriba del sillón y su barbilla pegada a sus rodilla. Sus ojos miraban fijamente la pared frente a él, su respiración era lenta y Zayn podía apostar a que aún estaba un poco ebrio. No sabía si debía hablar o quedarse callado y soportar el horrible olor.

—Oye.—Liam parpadeó y miró en dirección a Zayn, en cuanto lo vio puso una sonrisa.

—¡Ey! ¿Por fin me vas a dar comida?—Preguntó con una perezosa sonrisa. Zayn frunció el ceño, aunque estuviera sonriendo seguía oliendo mal.

—No, sólo verifico que sigas con vida.—Murmuró, sus ojos recorrieron el rostro ageno buscando una señal de tristeza. Liam soltó una ronca risa.

—Lamento las molestias, no se donde quedó mi chaqueta.—Liam regreso su vista al frente abrazando sus piernas.

Ya no estaba tan ebrio, se notaba en la forma en que sus palabras cordinaban más y sus ojos ya no parecían desorbitados. Zayn no era muy bueno para consolar a la gente, en realidad nunca se tomaba la molestia de hacerlo, así que no sabía cómo hacer que Liam dejara de oler tan amargo como lo era la tristeza.

—Deberías dormirte.—Murmuró. Liam asintió y cerró los ojos recargando su mejilla en sus rodillas. Zayn alzó una ceja ante la rara e incomoda forma de dormir pero se encogió de hombros y regresó por el pasillo.

—Oye, de verdad lamento las molestias.—Liam dijo aún sin abrir los ojos, el olor se intensificó. Zayn apretó los labios tratando de entender porqué olía de esa forma.—Te prometo que no volverá a pasar.—Dijo más bajo antes de quedarse dormido.

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