Capítulo 44

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—Una madrugada donde mi madre ya dormía después de llorar y rogar por un hijo mi antigua forma decidió cumplir su deseo -algunos se empezaron a preguntar como se respiraba- y mientras todos dormían, con la seguridad de que nadie veía yo entre en su vientre dejando como testigo sólo un marca en forma de estrella cerca a su ombligo.

—Tengo entendido que cuando un bajado del cielo nace se registra y en el ministerio no hay nada de tu nacimiento –dijo Percy confundido.

—Se registra en el ministerio del país en que nace un bajando del cielo y yo no puedo estar en los registros ingleses porque no soy inglesa, yo nací en Grecia –le explico.

—¿No nos habías dicho que naciste en Inglaterra? –Ron pensaba que si lo había hecho. 

—No Ron, jamás dije que nací en Inglaterra –ella suspiró– y si les dije a ustedes dos que era griega en segundo año, que no me escuchen cuando hablo es diferente –se cruzó de brazos un poco molesta. 

—Luego matas a los tíos por distraídos mamá, sigue relatando por favor –aun había cosas por decir, pensó Abraxas. 

—Por seguridad mi identidad como bajado del cielo se tiene en secreto por mi familia y en el ministerio sólo el ministro puede saberlo –siguió explicando como su hijo le pedía.

—¿Por qué? –Astoria pregunto. 

—Cuando matas a alguien que es como yo te quedas con el poder con el que nace y si bebes de su sangre te haces inmortal –¿por eso no podía decir nada?– intentarían matarme como lo intento Voldemort al enterarse de mi existencia. 

Empezaron a temblar al escuchar aquel nombre y la atrocidad que quería hacer. 

—El ministro de Grecia le había dado a mi abuelo un translador sin registro en caso de que debamos huir y así fue, cuando él estaba en la puerta de mi casa y mis padres aun estaban trabajando mis abuelos me sacaron de ahí por este medio –su madre aun lloraba cuando recordaba ese suceso, temerosa al imaginar a sus padres e hija muertos por no lograr escapar.

Si ellos no se hubieran dado cuenta de la presencia de ese ser, Hermione estaría muerta en estos instantes. 

—Tenía a mi favor que no sabía si quiera quien era mi familia o su apellido –le alegra que fuera tan estupido al no investigar más de ella.

—¿Por qué? –Luna ladeó su cabeza.

—Porque después de su caída no corrí peligro por los mortifagos que buscaban como revivir a su señor –respondió– si no hubiera sido de esa manera sería más fácil localizarme ya que el apellido Onassis es muy reconocido en el mundo muggle. 

—Mamá es una de las modelos más famosas que hay –dijo Antares admirándola.

—¿Modelo? –repitieron los amigos de la castaña. 

—Desde que nací –sonrió un poco, ella ya pisaba pasarelas de renombre incluso sin saber caminar. 

—Por eso tu rostro se me hacía conocido cuando te vi por primera vez –dijo Fleur– aunque tu cabello y tu vestimenta no se ven igual. 

—Sería comidilla de la prensa si me vieran el cabello sin arreglar o como suelo vestirme normalmente en el mundo mágico –algunos podían ser realmente como plagas. 

—¿Cómo es que yo no sé de eso si vivo también en el mundo muggle? –pregunto Harry con una expresión de confusión.

—Harry tú no ves revistas o televisión de ese tipo –respondió Hermione sólo para él.

Harry se dio una cachetada mental al darse cuenta que lo ella decía era cierto. 

—Si Hermione nació en Grecia ¿no tendría que ir a Beauxbatons? –George pregunto. 

¡ESTAMOS EN EL PASADO! ~Tercera Generación~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora