Capítulo 51

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Hermione veía sin expresión alguna todos los recuerdos, aunque por fuera sus emociones no se hacían presentes por dentro era un mar de pensamientos, dolor y una ansiedad que la estaba consumiendo.

—Mamá se dio de alta sola de San Mungo ese día –dijo Calí– lo ideal era que ella se quedara hasta que estuviera completamente sana pero ya no podía esperar más. 

—Al día siguiente ella volvió para pedir que los tíos sean puestos en una sola habitación para poder hacer más fácil su trabajo –Hugo. 

—Planeaba despertarlos del coma con su poder, ella iba cada día y su poder se expandía por toda la habitación en donde estaba –Kilian. 

Podían ver a Hermione sentada en el suelo rodeada de cinco camillas, tres a las derecha y dos a la izquierda.
Estaba con el mismo vestido de antes, brillaba en todo su esplendor esperando que por fin hubiera algún cambio. 

—Iba todos los días sin falta y al mismo tiempo buscaba a su familia –Hugo. 

—Antes de que la guerra explotara empezaron a haber ataques en el mundo muggle –abrieron grande los ojos con impresión cuando escucharon a Calí– hubo uno muy cerca a la casa donde vivía mi madre, los mortifagos se equivocaron de dirección porque el objetivo eran mis abuelos y ella. 

—Tía Hermione no estaba dispuesta a dejar que a su familia les pasara algo, tomo la decisión de borrarles la memoria tanto a sus padres como a sus abuelos y enviarlos a un lugar seguro –Kilian.

Dysis y Argus fruncieron el ceño viendo a Hermione ¿su nieta hizo qué?

—No estaba cuidando de ella, no dormía, no comía como debía y cuando lo hacía era muy poco, sólo trabajaba, trabajaba y trabajaba –dijo Abraxas logrando preocupación en sus amigos y la gente que la quería.

—No tenía en quien apoyarse después de todo –dijo James–  no había nadie quien le dijera que estaba haciendo mal.  

Sus palabras solo lograban hacer sentir peor a ciertas personas, y aunque hacían evidente su preocupación con las miradas que le daban, ella en ningún los miro más bien los ignoraba por completo.

—No hubo algún resultado hasta después de cuatro meses donde mi papá despertó –dijo Frida. 

La Hermione del recuerdo detuvo todo lo que hacía cuando escuchó un leve quejido y una respiración que empezaba a ser agitada, era Fred que empezaba a tratar de despertarse. 

—Fred –Hermione se levantó como pudo, estaba más delgada y se notaba débil. 

—¿Hermione? –logró a hablar con duda, su voz estaba rasposa. 

Ella concentró un poco de su poder en su mano derecha y la colocó en su pecho dándole a él más vitalidad para que pueda sentarse en la camilla.

—¿Cómo te sientes? –le pregunto mientras le daba un vaso con agua. 

La enfermera Adriana Thompson amablemente siempre le traía un vaso y una jarra repleta de agua apenas llegaba a la habitación. 

—Bien –respondió cuando terminó de beber toda el agua servida, su voz ahora era menos rasposa– pero tú no te ves tan bien –era evidente para él sus ojos cansados.

—Iré a llamar a la enfermera, tú familia va a estar muy feliz de saber que ya despertaste –lo abrazo antes de retirarse. 

—En la familia Weasley hubo gran felicidad con la noticia de que tío Fred ya había despertado –comentó Hugo– habían llegado lo más rápido que podían a San Mungo junto con los tíos Harry, Luna y Neville, quienes estaban con ellos en el momento que la noticia fue dada.  

¡ESTAMOS EN EL PASADO! ~Tercera Generación~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora