¡ESTAMOS EN EL PASADO! ~Tercera Generación~

Capítulo 2

¡BUM!

¡EN QUE SE HABÍAN METIDO!

—Bájate de mi, Weasley.

—¡Una vaca aterrizó arriba mío!

—¡¿COMÓ QUÉ VACA MOCOSO!?

—¿Dónde estamos?

—¡¡QUIERO A MI MAMI!!

—Quien me este aplastando la costilla ¡DEJE DE HACERLO, YA!

—Lo siento roja.

—¡ME APLASTAN, ME APLASTAN!

—Lo siento enano.

—¿Todos están bien? –pregunto uno de los mayores.

—¿Bien? ¡¿Bien?! Bien voy a estar cuando mate a esos malditos idiotas –dijo una chica más que molesta, la mayoría estaba de acuerdo con ella.

—Okay rubia tranquilicemosnos –dijo un de los responsables– antes de que nos den cacería deberíamos averiguar donde estamos.

—Tiene razón –concordó una pelirroja.

Todos empezaron a observar a su alrededor... ¿Por qué mierda aterrizaron cerca al lago negro?

—Miren –señaló– el castillo está por allá.

—Vamos –dijo un mayor– tal vez Minnie pueda ayudarnos.

A medida que se acercaban al castillo se dieron cuenta de que este era diferente al que recordaban, más extraño fue cuando vieron rejuvenecidos a tres de sus padres para algunos y tíos para otros.

—¿Esa no es tú mamá? –preguntaron dos chicos a su mejor amiga.

—Y esos son padres –ella afirmó.

—Creo que la pregunta pasó de ser en donde estamos a en qué tiempo estamos –dijeron dos voces.

Cuando estaban por entrar en pánico alguien habló.

—Antes de que empiecen a gritar porque mejor no vamos al despacho del profesor Dumbledore –propuso– a juzgar por la apariencia de mi papá y tíos, él está vivo en esta época.

—Es cierto pero no podemos dejar que nos vean –dijo otra– algunos somos demasiado parecidos a nuestros padres.

—Iremos cubiertos –conjuró capas para todo– pónganselas y los que ya puedan aparecerse tomen a un niño o bebé para llegar más rápido al lugar, no podemos quedarnos todo el tiempo aquí.

—Azulito tiene razón.

Una vez que todos tenían las capas puestas se aparecieron a la puerta del despacho del director de esa época, aunque se encontraban con un nuevo dilema, la contraseña.

—¿Cuál creen que sea la contraseña? –uno cuestionó.

—No tengo idea pero será mejor que la averigüemos rápido.

Así empezaron a decir las opciones.

—Cucurucho de cucarachas.

—Bombas de tofe.

—Píldoras ácidas.

—Meigas fritas.

—Sorbete de limón –con este último la estatua de grifo de movió dando acceso a las escaleras.

—Suban rápido antes de que alguien nos vea.

Subieron los más rápido que sus piernas le permitían, mientras deseaban que el director pudiera ayudarlos y cuando ya estuvieron en la puerta se armaron de valor para poder tocar, bueno más bien obligaron a alguien a tocarla.

—Siempre yo –se quejaba el chico mientras tocaba la puerta.

—Adelante –se escuchaba desde adentro.