Capítulo 5

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—Vamos chicos, los de esta época ya deben estar en el gran comedor. 

—Pequeños no se separen de nosotros en ningún momento ¿de acuerdo?

—De acuerdo –aceptaron.

EN EL GRAN COMEDOR.

Todos estaban ya sentados en sus mesas correspondientes a la espera del desayuno.

—¿A que hora van a servir el desayuno? Muero de hambre –unos más que otros.

—Tú siempre te mueres de hambre Ron –respondió una castaña– ya van a servirlo, no desesperes.

—Hermione tiene razón.

—Pero es que tengo hambre –se quejaba sobando su abdomen.

Antes de que le pudieran responder las puertas del gran comedor se abrieron dando paso a los padres de algunos de los alumnos y personas que ya habían salido de Hogwarts, siendo estos Molly, Arthur, Bill, Charlie y Percy Weasley, Narcissa y Lucius Malfoy, Virginia y Colin Parkinson, Isabell y Desmond Zabini, Alaia y Timothée Nott, Andrómeda, Nymphadora y Ted Tonks, Sirius Black, Remus Lupin, Xenophilius Lovegood, Fleur Delacour, Oliver Wood y Katie Bell.

—¿Ustedes que hacen aquí? –preguntaron Fred, George y Ron al ver a sus padres y hermanos mayores.

—Que clase de forma es esa de saludar a su familia –la señora Weasley sin dudar les dio a cada uno un coscorrón causando la risa de sus demás hermanos.

—Padrino –Harry sonrió abrazándolo. 

—Cachorro –Sirius se sentía feliz de ver a su ahijado.

—Dora, Remus –saludaron Hermione y Ginny– es bueno verlos. 

—Igualmente chicos –respondieron al mismo tiempo sonrojándose levemente por hacerlo.

—Sin ofender... –dijo George.

—Pero ¿qué hacen aquí? –completo Fred.

—No sabemos exactamente –respondió Bill– a cada uno de nosotros nos llegó una carta diciendo que se necesitaba nuestra presencia en Hogwarts el día de hoy. 

Con esa respuesta solo quedaron más confundidos, mientras tanto en la mesa de Slytherin la situación era algo similar. 

—Madre –dijeron tres voces masculinas con sorpresa.

—Tesoros –respondían con tono leve sentándose al lado de sus respectivos hijos.

—¿Madre? –preguntaron tres chicas confundidas. 

—Hermosas ¿cómo han estado? –preguntaron sentándose junto a sus hijas.

Los jóvenes vieron a sus padres sentándose al lado de sus madres en completo silencio.

—¿Qué hacen ustedes aquí?

—Acaso te a disgustado ver a tu madre, Blaise –cuestionó la madre del nombrado alzando una ceja.

—Claro que no madre solo que me sorprendió verte –se defendió. 

—Nos querrás decir –dijeron sus amigos.

—Ciertamente nosotros tampoco sabemos que hacemos aquí –dijo Lucius. 

—Nos llegó una carta a cada uno donde decía que se necesitaba nuestra presencia el día de hoy aquí –dijo Timothée.  

—Ustedes no habrán hecho alguna de la suyas ¿o si? –pregunto Desmond– saben que con el señor oscuro es mejor que nosotros no estemos muy a la vista de la gente, sospechan de nosotros. 

¡ESTAMOS EN EL PASADO! ~Tercera Generación~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora