Capítulo 53

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La hizo levitar hasta una camilla que hizo aparecer y empezó a correr hacia los pasillos. 

—¡AYUDA! –gritaba con desesperación– ¡AYUDA POR FAVOR!

—¿Qué pasa Adriana, por qué gritas de esa manera? –se le acercaba un hombre.

—Medimago Josh la señorita Hermione no reacciona, tiene rastros de sangre en su boca y en sus manos y los latidos de su corazón son demasiado débiles –explicó con rapidez.

—¡Rápido! ¡Pásenla a una habitación! –tenían que moverse o tal ve sería demasiado tarde. 

—Que la atendieran lo más rápido posible era lo que se buscaba o ella moriria –comentó Calí. 

—¿Qué está pasando Josh? –una mujer le habló cuando llegaron a una habitación. 

—Hay que prepararnos para las comprensiones –dijo rápido. 

—Mis padres y tíos que habían llegado a San Mungo a buscar a tía Hermione para arreglar las cosas vieron todo desde que ella salió inconsciente en la camilla –Kilian. 

—Desesperados por saber que pasaba corrían tras los medimagos –Hugo. 

—¿Qué le pasa a Hermione? –Draco intentaba llegar a ella pero era detenido por enfermeros al igual que los demás– ¿Qué le están haciendo?

—No pueden pasar –hablo una enferma con voz firme.

—Ella es mi hermana no pueden impedirme el paso –Harry se desesperó.

—Rogamos paciencia por favor –hablo otra enfermera con voz calmada.

Tres enfermeros pasaron a la habitación donde se encontraban los dos medimagos, se quedaban en la puerta resguardándola.
Vieron que la mujer de antes cortaba la parte superior del vestido de Hermione con una tijera y le aplicaba un gel en su pecho. 

—¡Ahora! –dijo el medimago Josh. 

Ambos susurraron un hechizo juntando sus varitas para luego colocarlas en el pecho de ella, veían como se alzaba al toque de estás y los que tenían conocimientos del mundo muggle comprendieron que se trataba del mismo efecto que un desfibrilador. Cuatro veces se repitió el procedimiento pero ella no respondía y cuando menos lo imaginaron su corazón dejó de latir, intentaron tres veces más pero no daba resultado. 

Exclamaciones de dolor se escucharon por todos lados ante lo que se presenciaba.

—El corazón de mamá se había parado –dijo Calí– ella había muerto. 

Dysis lloraba abrazaba a Argus quien luchaba por retener las lágrimas, tenia que estar fuerte para poder sostener a su esposa.

—No, tenemos que seguir intento Margaret –no podía aceptarlo.

—Se fue Josh –lo agarro de los hombros– se fue. 

Vieron que el hombre negaba, era tan solo una niña, no podía morir. 

—Vayan y avísenle a los que están afuera de la noticia –el escándalo de los chicos se había escuchado hasta adentro.

Los tres enfermeros asintieron y salieron del lugar, al verlos ellos se pararon. 

—Lo sentimos mucho –hablo uno de ellos.

Era evidente a lo que él se refería. 

—No... no Hermione –Draco se dejó caer al suelo llorando por el profundo dolor que sentía, mientras Daphne trataba de contenerlo. 

¡ESTAMOS EN EL PASADO! ~Tercera Generación~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora