Capítulo 27

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—Buenas tardes –decía mientras se quitaba a la capa– mi nombres es Isabell Helena Zabini Weasley.

~Interpretada por Shelley Hennig~

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~Interpretada por Shelley Hennig~

A Blaise de le bajo la presión.

—Respira papá –Dom que estaba a su lado le sobaba la espalda.

—Posiblemente le pase de nuevo –susurro Beck que estaba al lado de su madre, cuando vio como se puso su padre.

—¿Todo bien, papá? –Isabell lo miro sonriendo, él solo asintió.

—Empieza a presentarte hermana –Dom la miro– papá solo está haciendo drama como de costumbre.

Lo que dijo Dom logró sacarlo de su ensoñación a Blaise, la miro con los ojos entrecerrados pero no dijo nada.

—¿Mamá? –Isabell miro a Ginny para ver si ella estaba en el estado que estaba hace sólo momentos su padre.

Pero Ginny sólo le sonreía, sabia que a pesar de que Blaise se sorprendiera él se sentía muy feliz y su compartimiento solo era el shock inicial.
Isabell más confiada comenzó a presentarse.

—Tengo 20 años y fui a Gryffindor –la mesa de los leones y su familia le aplaudió, a su abuelo y padre les quería dar algo pero no dijeron nada por respeta a la familia de la futura señora Zabini y a ella misma– fui prefecta no tan perfecta, soy una Zabini Weasley y siempre habrá un poco de caos a mi al rededor –sonrío con inocencia, lo que hacía el escalofrío para sus abuelas, a los profesores y su tío Percy más intenso.

—¡ASI SE HABLA HERMANA! –gritaron Dom y Beck.

Sus abuelas fruncieron el ceño, tal parecía que los genes y esencia de sus hijos fueron fuertes en sus nietos.
Isabell siguió presentándose.

—No me iba mal en ninguna clase pero admito que historia de la magia daba mucho sueño –fingió un bostezo– las materias que más me gustaban eran encantamientos y vuelo, fui guardiana para el equipo de quidditch de mi casa –los Gryffindor ya sentían las victorias aseguradas si ella está en el equipo, aplaudieron fuertemente.

Sus padres eran buenos en quidditch, su madre incluso sería una jugadora profesional y muy seguramente le enseñaron todo a sus hijos del deporte, deben ser buenos pensaban la gran mayoría.

—Aunque tengo el cerebro e ingenio para los negocios familiares y la astucia y precisión para ser jugadora profesional de quidditch como mis hermanos –los miro– yo me fui más por el lado pasional y soy bailarina profesional.

—De las mejores –dijo su hermano viéndola con orgullo.

—No hay duda de eso –para Dom muy pocos realmente alcanzaban el potencial y la pasión que tenía su hermana a la hora de bailar.

¡ESTAMOS EN EL PASADO! ~Tercera Generación~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora