Capítulo 31: Solecito

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Como ya se había acordado previamente, después de haber estado con sus amigos en Drink&Chill se dirigieron hacia la casa de Edward; los Rogers organizaron una fiesta con los amigos y socios más cercanos.

—Tu cama es demasiado cómoda y deliciosa — Christofer se lanzó a su cama quedando sobre su estómago mientras hundía su rostro en las almohadas — no sé cómo puedes levantarte tan temprano para ir al gym.

—¿Te gusta? Imagínate cuando empujes tu pecho contra ella mientras sostengo tu cadera y nos corremos juntos — Edward se acostó a horcajadas sobre él y besó su cuello.

—¿Qué le pasó a mi castaño inocente? — bromeó el rubio mientras giraba sobre su espalda y quedaba de frente a él.

—Tú me corrompiste — Edward mordisqueó el labio inferior de Christofer y repartió fugaces besos descendiendo hasta su cuello. Lentamente empezó a desabotonar la camisa de Chris.

—Cariño — susurró el rubio — detente, sabes que si mordisqueas mi clavícula me dejas suplicando por más.

—¿Y no quieres eso? — Ed deslizó sus dedos por el costado del rubio, sabiendo que eso lo haría estremecer.

—Sabes que sí — Chris gimió en un susurro — pero no con tus padres durmiendo en el mismo pasillo ¿Te imaginas la vergüenza que sentiré si me escuchan de esa manera? — su rubio se sonrojó.

—Sí, mamá enloquecería — ambos rieron por lo bajo.

Christofer acunó su rostro con ambas manos, lo miró fijamente a los ojos y una corriente eléctrica recorrió su cuerpo, era increíble lo que Chris le hacía sentir con solo una mirada.

—Creo que nosotros nos conocimos en una vida pasada — Chris sonreía sin apartar el contacto visual — de lo contario no sé cómo explicar que cuando veo tus ojos siento que ya los había visto antes. Lo sentí desde el primer día.

—Tus ojos ámbar también me resultan familiares.

—Ed, sé que llegué tarde para ser tu primer amor, pero déjame ser el último — Chris unió sus labios en un cálido beso.

—Solecito — susurró el castaño — me matarás de tanta dulzura.

—Ash — interrumpió el rubio rodando los ojos — no me llames "solecito", arruinaste el momento romántico.

—¿De qué hablas? — Ed reía divertido.

—Ya sé que le llamabas solecito a la niña que conociste cuando tenías 10 años, tu primer amor — Ed le levantó una ceja de forma interrogativa — Daniel me lo contó, una vez estaba molestándome mucho y me dijo que ella fue tu primer amor — el rubio desvió la mirada con el rostro rojo.

—¿Mi rubio molestoso está celoso por una niña que conocí a los 10 años? — bromeó el castaño mientras le besaba una mejilla.

—No fue cualquier niña, Eddy. Fue tu primer amor — el rubio hizo pucheros.

—Pero es que mírate, tus rubios cabellos, tus ojos color ámbar y llegaste para iluminar mi vida, definitivamente eres como un solecito — besó sus labios.

—Busca otro apodo para mí, ese no me gusta — Chris se giró y se acostó sobre su costado dándole la espalda.

—¿Me estás haciendo una escena de celos? — Edward quería reír a carcajadas — ¿esto es en serio? — empezó a hacerle cosquillas y eso hizo reír al rubio.

—Ahora piensa en cómo compensarlo — Chris estaba haciendo berrinche como un niño pequeño.

—Tengo muchas ideas en mente — Ed acarició la cintura del rubio — pero ya sé lo que te encantará — el castaño bajó de la cama y salió de la habitación.

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