—Una semana Alex, ha pasado una semana desde que tengo estos sueños y me levanto hecho un desastre — dijo en tono bajo a su mejor amigo mientras estaban en la barra de Drink&Chill.
—¿Y siempre es el mismo sueño? — preguntó mientras terminaba de preparar un Gin Rickey.
—No, empezó siendo la escena en la alberca, pero varía cada noche, a veces sueño que sujeto su mano y solo despierto con ganas de llamarlo. Esto es simplemente vergonzoso — dijo mientras ponía los brazos sobre la barra y recostaba su cabeza.
—Amigo, si sumamos esta semana de sueños con él, tus insaciables ganas de llamarlo, lo guapo que te parece todo el tiempo, lo mucho que te agrada estar a su lado y que tu corazón se altera cada que está cerca, puedo asegurar que ese rubio te gusta y mucho — Alex sabía toda esa información porque desde el primer día que comenzó a tener esos sentimientos se lo comentó.
—Eso me temo — se enderezó y se pasó las manos por el rostro — pero no se supone que debería de pasar, es un chico.
—¿Y qué con eso? El amor no viene en etiquetas y no dejarías de ser tú solo porque te guste un chico.
—Ese es el problema, que seguiré siendo yo y solo tú y Daniel saben el desastre que soy y no sería justo para él cargar con esta mierda.
—No seas duro contigo, por favor — Alex le dio una mirada seria — todos tenemos heridas que sanar. Además, entiendo que ya te ha comentado muchas veces que hables con él si algo te sucede, como si intuyera algo.
—Algo así, pero nunca hablamos sobre eso — se encogió de hombros — quizás él solo cree que estoy de mal humor. ¿Crees que ya imagina lo que sucede? Sería una mierda — volvió a pasar las manos sobre su rostro.
—No sé si ya lo imagina, pero estoy seguro que él te da la suficiente confianza como para hablar sobre ello — le acarició el cabello — Solo responde algo, ¿Este tiempo junto a Christofer te has reído más, te has sentido más cómodo, seguro y con ganas de volver a ser tú mismo que años atrás? — No fue capaz de responder así que desvió la vista — ahí está la respuesta, no se trata de tiempo sino de conexión. Y no puedes negarlo, ese chico te ha ayudado a tener un poco más de seguridad en ti mismo.
—No lo sé Alex, tengo miedo. Además, no quiero perder su amistad — sonrió sin ganas — No debería precipitarme a pensar estas tonterías, además él es hetero ¿sabes?
—En pleno siglo XXI ¿aún existen los heteros? — bromeó sonriendo de lado — Edward, deja las etiquetas de una vez. Tú has sido "hetero" durante 23 años y ahora sientes algo por ese chico.
—No lo sé, creo que no le sucederá lo mismo. De todas formas, ni siquiera se fijaría en mí.
La conversación que tenía con su mejor amigo fue interrumpida por una alta y delgada chica de ojos verdes que había ordenado un Tequila Sunrise a Alex. Edward por su parte se retiró del bar prometiéndole ponerlo al tanto de lo que sucediera con sus sentimientos.
**
Se alistaba para asistir al almuerzo casual que la agencia organizaba anualmente cada tercer sábado de octubre, donde asistían todos los empleados de la agencia y celebraran porque gracias al esfuerzo de cada uno es que la empresa tenía alto reconocimiento y éxito.
Se vio al espejo por última vez, llevaba botas cafés, jeans negros, camisa blanca y una chaqueta de mezclilla gris. "Me veo de la mierda" dijo para sí mismo y luego salió.
El almuerzo se llevaba a cabo en Ohana, un parque donde se realizaban eventos sociales y empresariales. Para esa ocasión, estaba decorado con varias mesas en color blanco bajo un amplio y elegante toldo que los cubría del sol. Se sentó en la mesa que compartían Laura, Hanna, Pablo y Dereck.
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Tequila & Café
RomanceChristofer y Edward, dos polos totalmente opuestos que estaban destinados a conocerse y por circunstancias del destino deben comenzar a trabajar juntos. Al ser dos mundos diferentes la vida de Edward cambiará por completo porque por más que se resis...