Capítulo Extra - 1

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¡Hola!💫 quiero desearles un Feliz Año Nuevo💛 espero de corazón que todos sus propósitos para este 2021 se cumplan y que sus vidas estén llenas de mucho éxito.

Por favor cuídense mucho y disfruten al máximo haciendo aquello que les apasiona🥰 besos y abrazos para tod@s💛

Ahora sí, los dejo con los capítulos extras de esta hermosa historia🙊 y nuevamente, gracias por todo su apoyo.

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Hace varios días Chris le había mostrado una falda estilo circular en color lila que había encontrado en una tienda en línea, sin que el rubio lo supiera, Ed la había comprado y el paquete le llegó esa mañana a la oficina. Había pasado toda la mañana ansioso por ver la reacción de su rubio, supo que toda la espera y haberse guardado el secreto habían valido la pena cuando Chris abrió el paquete y su rostro se iluminó de pura felicidad, como un niño que acababa de recibir su regalo favorito.

Estaba más que acostumbrado a la extrovertida personalidad de su novio, fue por eso que no le sorprendió cuando vio a Christofer dirigirse hacia la puerta, le puso seguro y se quitó su pantalón para probarse la falda y no podía mentir, su novio lucía malditamente sexy.

—Creo que a alguien le encanta cómo me veo con esta falda — Chris sonrió de lado mientras levantaba una ceja y señalaba directamente el bulto formándose en la entrepierna de Ed.

—No puedes culparlo — el castaño apoyó su trasero sobre el borde del escritorio y se cruzó de brazos — luces demasiado bien. Ya quiero que estemos en el apartamento — agregó, mordiendo su labio inferior.

— ¿Y por qué debemos esperar? — Chris se paró frente a Ed acomodándose entre sus piernas.

—Chris — susurró y besó la comisura de sus labios — estamos en la oficina, ya habíamos hablado sobre esto...

— ¿Y? — lo interrumpió, desabrochó el cinturón del castaño y bajó la cremallera de su pantalón color caoba — eso lo hace aún más excitante ¿no lo crees?

—Luego no niegues que tú me corrompes — sonrió y tomó por la cintura a Chris acortando la mínima distancia entre ambos, saboreó su boca frotando sus lenguas y robándole bajos gemidos que tanto lo encendían.

Chris se arrodilló frente a él y bajó su ropa a la altura de sus muslos. Con su lengua acarició la punta de su goteante erección y luego lo tomó por completo. Le encantaba la forma en que Chris lo tomaba en su boca y lo hacía maldecir por lo bajo de tanto placer. Presionó sus manos sobre el borde del escritorio y arqueó su espalda haciendo la cabeza hacia atrás cuando Chris aumentó el ritmo de sus movimientos.

Abrió los ojos de golpe cuando sintió a Chris alejarse, en ese mismo segundo extrañó la boca de su rubio, vio que este se incorporó y fue por su mochila, de su interior extrajo dos condones.

—Lo dije antes, tú me corrompes — Ed sonrió mientras se ponía el condón.

—Ups — Chris le guiñó el ojo mientras se quitaba la ropa interior y se colocaba el otro condón — no puedes culparme, mi novio es muy ardiente y debo estar siempre preparado — sonrió travieso.

Tomando a Chris por su cadera, lo sentó sobre el escritorio, separó sus piernas y entró por completo de una sola estocada.

—Maldición... — Chris se estremeció entre sus brazos mientras cerraba los ojos con fuerza y su respiración se alteraba — hazlo otra vez — jadeó con voz suplicante.

Se inclinó sobre el cuerpo de Chris, besando y mordisqueando sus labios haciendo que arqueara su espalda con cada estocada, saliendo por completo y luego entrando de golpe. Amaba la hermosa vista que su rubio le brindaba cuando se dejaba llevar por el placer y se entregaba por completo a él, era simplemente la imagen perfecta: Chris mordiendo su labio inferior, su ondulado cabello rubio golpeando sobre su frente, sus claras mejillas cubiertas por un suave tono rosa y sus orbes ámbar tornándose en negros a causa de la excitación.

Tomó a Chris en un fuerte abrazo levantándolo del escritorio para dirigirse hacia el sillón ocre dejando al rubio a horcajadas sobre su regazo.

*

Cuando empezaron a acostarse, Edward solía ponerse muy inseguro y su cuerpo temblaba por los nervios que su desconfianza le causaba. A Christofer le había encantado el proceso que pasaron juntos para que Edward recuperara su seguridad y confianza en el ámbito sexual.

Entonces lo supo, aquella vez en Oh La La Club cuando vio por primera vez aquel destello en sus ojos cafés que le provocó un escalofrío excitante era el verdadero Edward seguro de sí mismo que luchaba por salir a la superficie.

Mismo destello en sus orbes cafés que veía cada vez que el castaño lo tomaba fuerte de su cadera y lo hacía jadear y suplicar por más.

Pasó los brazos alrededor del cuello de Edward y lo mordisqueaba sabiendo lo sensible que era esa zona para Ed, sus pequeñas mordidas por su cuello elevaban de sobremanera el éxtasis de su castaño.

Se comenzó a impulsar sobre sus rodillas para encontrarse en el camino con las estocadas de Edward.

—Ed — jadeó sin aliento — estoy... cerca...

—Lo sé amor, yo igual — susurró con voz ronca y aumentó el ritmo de sus estocadas.

Tuvo que morder uno de los cojines a juego con el sillón ocre para amortiguar los gemidos y sollozos que lo abandonaron cuando Ed tomó su erección y la masajeó al ritmo de las embestidas descontroladas, haciendo que ambos llegaran a su clímax.

Se quedaron abrazados un par de minutos mientras recuperaban el aliento.

— ¿Cómo estás? — Edward le acomodó un cabello tras la oreja y besó su mejilla.

—Muerto... muy, pero muy muerto... — acomodó su cabeza en el hombro de Ed y escondió su rostro en la curva de su cuello — Creo que tendrás que cargarme a todos lados, no podré ser capaz de caminar nunca más en mi vida ¿Puedo dormir hasta el próximo año? — besó el cuello del castaño.

—Amor, deja de alimentar mi ego — escuchó reír por lo bajo a Edward y lo envolvió en un cálido abrazo, apretando su cuerpo contra su pecho.

—Solo digo la verdad sobre mi novio — susurró adormitado — Eddy...

— ¿Sí? — Ed le acarició suavemente su cabello.

—Estoy... quedándome dormi...do — sus ojos luchaban por cerrarse.

—Ya sabía que esto iba a suceder — Edward deslizó sus dedos sobre su espalda dejando suaves caricias — una suerte que no tengamos citas programadas para esta tarde o de lo contrario, nos meteríamos en problemas, descansa un poco. Te amo.

Seguramente cuando ya estuviera en sus cinco sentidos Edward le diría que no volverían a hacer alguna travesura similar a esa en la oficina y es que luego de haber terminado de entregarse mutuamente, Chris siempre se quedaba profundamente dormido y por eso habían acordado (una de tantas razones, por supuesto) nunca hacerlo en la oficina, pero bueno, siempre dicen "nunca digas nunca" ¿no?

—Te lo recompensaré luego, cariño — sonrió travieso y cedió al sueño que lo estaba invadiendo completamente — Te amo, me dormiré ahora.... mis...mo...

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¿Qué les pareció este capítulo extra?👀💛 Christofer es un rubio travieso y Edward que no puede resistirse a él🥰🤭

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