No iba a negarlo, la banda tenía un increíble talento y la voz de Ever era excepcional. Habían llamado la atención de las personas en el parque, así que estaban rodeados de todos lo que se habían acercado.
Estaba acostado en el césped con los ojos cerrados, simplemente disfrutando de la melodía cuando sintió un apretón en su muñeca, abrió los ojos y el rubio movió la cabeza indicando que lo siguiera.
Se pusieron de pie y siguió al rubio, no pudo evitar reír cuando supo hacia dónde lo estaba dirigiendo. A unos pasos se encontraban vendiendo papas fritas con queso.
—No puedo creerlo, en serio te encantan las papas — dijo mientras se sentaban bajo un árbol frente a un pequeño río.
—Sí, las amo mucho – sonrió - ¿Quieres? — le ofreció, pero negó con la cabeza.
La compañía del rubio era agradable, a veces no dejaban de hablar y en otras ocasiones solo se encontraban en silencio, pero era un silencio agradable.
—Ya, pregunta de una vez — dijo el rubio dejando el depósito vacío de papas a un lado.
—¿De qué hablas?
—Sé que tienes dudas, pregúntame lo que quieras que no me molestaré — le regaló una sonrisa y le revolvió su castaño cabello.
—¿No es incómodo? — estaba apenado porque sí quería preguntarle, pero no para juzgar solo tenía curiosidad.
—Oye — le acarició la mejilla — tenemos confianza ¿no?
—No estás obligado a responder — Ed desvió la mirada sintiendo que se ponía rojo por el toque — ¿Desde cuándo lo sabes? — preguntó finalmente.
—Tenía 8 años cuando sentí que un niño me gustaba. Imagínate, hace unos 13 años y aún recuerdo el día que lo conocí, recuerdo sus ojos, su carita y su mirada — sonrió — creí que me gustarían los chicos y chicas, pero con el tiempo fui creciendo y descubrí que solo me gustan los chicos.
—¿Has tenido novios? — Ed mordió su labio inferior, estaba nervioso.
—Unos cuantos ligues, nada serio — respondió encogiéndose de hombros.
—¿Qué pasó con ellos?
—En la adolescencia muchos chicos están sufriendo la parte de aceptarte con tu orientación sexual, para mí fue fácil aceptarme, pero algunos la pasan realmente mal ¿sabes? Muchos chicos gustaban de mí, pero no querían que fuese público porque les avergonzaba que los vieran conmigo por mi forma de vestir y ser. Siempre me decían que lucía demasiado gay y ellos estaban en el círculo de "heteros". A los 18 años conocí a un tipo que era abiertamente bisexual, creí que todo iría bien, pero empezó a pedirme que cambiara mi forma de vestir y de actuar. Me dolió, pero supe que debía alejarme de él. Me decía que me quería, pero cuando quieres a alguien no vas y le arrebatas su personalidad, no tratas de opacar su esencia ¿no lo crees?
—Cierto... — murmuró con la vista en el río frente a ellos. ¿Cómo era posible que alguien quisiera cambiar la personalidad del rubio? ¿Cómo alguien podía pedirle que dejara de vestir como lo hacía cuando se miraba jodidamente bien? "Es porque son del mismo sexo y les da pena que la sociedad los juzgue" dijo una vocecita en su cabeza. "Una mierda, ambos somos hombres y no me molestaría que me vieran con él" pensó para sí mismo y fue ese mismo pensamiento el que lo hizo sonrojar, apretó sus rodillas contra su pecho y ocultó su rostro en ellas.
—¿Todo bien? — el rubio acarició su brazo.
—Sí — giró su rostro para verlo a los ojos — ¿Qué se siente?... que te guste otro chico.
—No es nada del otro mundo. El amor no se trata de si eres mujer u hombre, se trata de encontrar a alguien que te guste, te haga sentir bien, te haga feliz, te apoye y te ayude a salir adelante. El amor no viene en... — Chris fue interrumpido por Ed.
—Etiquetas — completó las palabras del rubio, recordando aquella conversación que tuvo con Alex en el bar. Todo lo que Chris había descrito era lo mismo que Edward sentía hacia él.
—Exacto — se acostó en el césped — Ahora yo tengo una pregunta.
—¿Sí? — también se acostó.
—¿Esto cambia algo entre nosotros? que yo sea gay.
—Esa pregunta me ofende Chris — el castaño frunció el ceño.
—Lo siento, pero quiero estar seguro. Aunque no lo creas, he perdido a muchas personas solo por esto — su voz sonaba melancólica.
—Escúchame — se acostó sobre su costado — esto no cambia nada, no te convierte en una especie de extraterrestre o qué sé yo — hizo reír al rubio — eres Christofer, un rubio molestoso.
Ambos rieron y se pusieron de pie para acercarse nuevamente a donde la banda entretenía a las personas del parque con sus excelentes canciones, se estaba divirtiendo mucho hasta que la hora de volver a casa llegó.
Quería que el rubio se demorara en llevarlo a casa porque era cómodo ir en la parte trasera de su motocicleta aferrándose a él con un fuerte abrazo.
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Espero que hayan disfrutado esta conversación tanto como yo😍😍
Edward está perdido, definitivamente le gusta Chris
¡Hasta la próxima! ❤ Cuídense mucho
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Tequila & Café
RomanceChristofer y Edward, dos polos totalmente opuestos que estaban destinados a conocerse y por circunstancias del destino deben comenzar a trabajar juntos. Al ser dos mundos diferentes la vida de Edward cambiará por completo porque por más que se resis...