—Fue extraño Alex, sentí que era seguro de mí mismo. Por primera vez en tanto tiempo estaba siendo yo y eso me hizo feliz, aunque también me hizo sentir como un completo egoísta.
Estaban en el parque central, la ciudad contaba con muchos parques, pero era ese su favorito al que iba siempre, solo o en compañía de Alex. Estaban acostados en el césped bajo la sombra de un árbol.
—¿Y qué pasó luego? — preguntó Alex.
—La realidad me golpeó, unos idiotas comenzaron a pelear y el momento se esfumó, cuando me di cuenta de lo que estaba pasando me asusté y solo quise salir lo antes posible del lugar.
—Él ya te dio toda la confianza para hablar, ¿Qué es lo que temes?
—Temo lastimarlo, es egoísta de mi parte quererlo sabiendo que puedo hacerlo sufrir.
—A como yo lo veo, no lo harás sufrir. Él es quien está ayudándote a ser el verdadero Edward, una persona libre. Alguien que creíste que estaba muerto, pero ayer descubriste que no, sigue aquí — su mejor amigo reposó su mano sobre su pecho — y te juro que ya no soporto ver cómo te lastimas, lo hemos intentado todo con Daniel y tus padres, pero nada parecía dar resultados y él viene un día a tu vida y tu cambio ha sido lento pero excepcional. Quiero que seas feliz.
Se sentía demasiado frustrado, cerró los ojos e intentaba despejar su mente mientras el frío aire del lugar acariciaba su piel. Le contó todo lo que sucedió el día anterior a Alex y entendió el punto de su mejor amigo, pero también sabía que el rubio no merecía lidiar con sus problemas.
**
No habían tenido tiempo de hablar sobre lo que sucedió el fin de semana, ya que el rubio no estaba por las mañanas y al llegar tuvieron que ir a la oficina de Daniel para tener una reunión con Timothy y Charlotte, unos jóvenes de 19 años que habían llegado a la agencia para ser contratados como modelos.
—Timothy y Charlotte me agradaron mucho ¿a ti también? — preguntó Christofer mientras presionaba el botón que los llevaría al tercer piso.
—Sí, por supuesto – Ed agradecía que el rubio estuviese actuando tan tranquilo, sin exigirle algún tipo de explicación por lo que sucedió en el club.
Cuando entraron a su oficina, Christofer se paró frente a él con una sonrisa traviesa tirando de sus labios.
—¿Algo de lo que quieras hablar? — preguntó el rubio sonriendo de lado. "vaya mierda" pensó, al parecer sí le pediría explicaciones.
*
Estaba 90% seguro que Edward no mencionaría lo que pasó entre ellos, no quería presionarlo, pero ya no podía seguir fingiendo que no pasaba nada luego de lo que sucedió en su vehículo el día de Halloween y en Oh La La Club.
—No sé de qué hablas — Ed desvió la vista, tomó un sobre de correspondencia y empezó a leerlo. Edward estaba parado de perfil y era una imagen perfecta de apreciar, nunca se cansaría de decir lo guapo que era. Una idea vino a su mente así que la puso en marcha.
—No sabes de qué hablo ¿eh? Bien, preguntémosle a tu cuello si recuerda algo — bromeó acercándose un poco más. Su idea era fingir que besaría su cuello, pero en realidad iba a depositar un sonoro beso en su mejilla. En el proceso, Ed se giró hacia su dirección replicando algo y accidentalmente sus labios terminaron por juntarse en un toque fugaz — ¡Ups! — su corazón estaba a punto de detenerse, se alejó apenado porque no esperaba ese final y no sabía cómo iba a reaccionar el castaño.
Edward no respondió nada, en cambio lo tomó por la muñeca y lo acercó a él quedando frente a frente, sujetó su cadera acercándolo más y unió sus labios. Christofer abrió ampliamente sus ojos por la sorpresa del momento, pero le tomó solo un segundo relajarse.
Pasó sus brazos por el cuello del castaño y hundió los dedos en su cabello mientras cerraba los ojos. Separó sus labios para darle mayor acceso, saboreándose mutuamente acariciando sus labios de manera lenta y suave.
Había añorado los labios del castaño durante mucho tiempo y la tierna forma en que Edward tomaba su boca tenía a su corazón latiendo desesperado.
Abandonó un gemido placentero cuando Edward mordisqueó suavemente su labio inferior, atrayéndolo con firmeza hacia su cuerpo. Podía sentir el fuerte corazón del castaño latiendo a mil por hora y un pequeño temblor abandonando su cuerpo como si se tratara de un adolescente dando su primer beso, eso lo estaba matando de ternura. Sabía que Edward estaba nervioso, malditamente nervioso y eso era lo más tierno del momento, un nervioso Edward que había tomado la iniciativa de apretarlo contra su pecho y besarlo.
—Lo siento — susurró Ed separándolos solo un poco, pero sin soltar su cadera — no puedo hacerlo.
—¿Por qué? — preguntó en el mismo tono bajo mientras unía sus frentes — ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?... — preguntó con súplica
—No lo entenderías — susurró
—Ayúdame a hacerlo — acunó las mejillas de Ed con ambas manos y depositó suaves besos en los labios del castaño, era incapaz de alejarse.
Una ronda de tiernos besos se volvió a desatar, sus labios eran dos imanes buscando encontrarse mutuamente. El fuerte agarre de Edward tenía a su estómago cosquilleando, separó sus manos del rostro del castaño para descender hacia sus fuertes hombros.
Empezaba a deslizar sus manos lentamente para poder llegar a su pecho cuando en el proceso Edward lo empujó por las caderas haciendo que se separaran de golpe.
—Edward... — susurró asombrado.
—Lo lamento — el castaño se enderezó y se alejó del rubio — esto no debía pasar — caminó hacia la puerta de la oficina.
—No, no me puedes hacer esto — intentó detenerlo y sabía de sobra que su voz sonaba tan desesperada.
—Me tengo que ir — abrió la puerta.
—Por favor... — susurró abrazándolo fuerte por la espalda. Esperaba no haber pasado el límite con Edward, sabía que si lo dejaba ir seguramente se escondería tras sus barreras y buscaría lidiar en silencio con lo que fuese que lo atormentaba, no quería que eso pasara. No quería que sufriera.
Edward no pronunció ninguna palabra, se quedó inmóvil. Creyó que lo había logrado, creyó que no se marcharía y por eso se sorprendió cuando el castaño tomó sus manos y las separó de su cuerpo librándose de aquel abrazo, luego salió de la oficina sin mirar hacia atrás.
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Solo tengo dos cosas que decir 😕❤
1) Amé el apoyo de Alex para que Ed le diga a Chris lo que sucede, ¿alguien quiere un Alex en su vida?
2) ¡Por fin! jaja por fin este par dio este paso y se besaron, amé esta escena del beso y un nervioso Edward dando un beso al estilo tierno y con torpes movimientos fue simplemente hermoso🙊🙊 Espero que también lo hayan disfrutado. Ahora solo falta saber qué sucederá :c
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Tequila & Café
Любовные романыChristofer y Edward, dos polos totalmente opuestos que estaban destinados a conocerse y por circunstancias del destino deben comenzar a trabajar juntos. Al ser dos mundos diferentes la vida de Edward cambiará por completo porque por más que se resis...