—¿Por qué tan callado? — Ed intentó sonar animado mientras salía del cuarto de baño y caminaba hacia su cama secando su cabello con una toalla, en el camino se congeló con la imagen frente a él. Christofer estaba sentado en el borde de su cama viendo hacia abajo — Chris... — susurró con la poca voz que tenía.
—Hola — el rubio levantó lentamente la vista, tiempo suficiente para que Ed pudiera girarse y quedar de espaldas a Chris, dejó caer la toalla que llevaba en sus manos y sujetó fuerte la que tenía enrollada en su cadera.
—No deberías estar aquí — su respiración empezó a alterarse — vete.
—Perdón por venir sin avisar — se disculpó el rubio a sus espaldas — pero necesitaba verte y saber cómo estabas.
—Estoy bien, ahora vete — murmuró.
—Imagino que estás incómodo, si quieres me salgo mientras te cambias, pero déjame hablar contigo, por favor — le tocó la espalda y eso lo sobresaltó.
—Vete, mierda ¿Qué no entiendes? ¡Vete de una puta vez! — se alejó bruscamente de su toque y caminó hacia el cuarto de baño cerrando con un fuerte golpe la puerta.
Se sentía terrible, le había gritado a Christofer. Eso le confirmaba lo que siempre se dijo: que era una mierda que lo jodía todo. No lo entendía, no sabía por qué trataba así a las personas cuando tenía sus bajones emocionales, no quería hacerles daño, pero siempre lo terminaba arruinando.
Se vio al espejo, le daba asco su reflejo. La persona que miraba tras el espejo no le agradaba, no le gustaba en lo absoluto, tenía asco de sí mismo. Escuchó la voz del rubio venir de afuera del cuarto de baño, un sentimiento de menosprecio lo invadió y lo hizo escupir cuanto veneno llevaba por dentro.
*
Chris ya había llegado hasta ahí como para rendirse, no quería hablar sobre el beso o sus sentimientos, solo quería hacerle saber a su amigo que no tenía por qué pasar por esos momentos solo. Así que se plantó firme afuera de la puerta y comenzó a hablarle.
—Ed, por favor, debemos hablar. No vengo a hostigarte sobre lo que nos sucedió, perdón si me pasé contigo o sentiste que te presioné, pero déjame entenderte, por favor. Solo quiero hacerte saber que no estás solo — Edward no respondía — por favor... — volvió a suplicar apoyando su frente en la puerta.
—¡Me das asco! ¡Me das un puto asco! — escuchó al castaño gritar desde adentro — Lo único que haces es joderlo todo, ¡me jodiste! ¡me jodiste a lo grande!
—Ed... — susurró ante las palabras del castaño y dio unos pasos hacia atrás sintiendo un vacío en su estómago.
—¿Por qué crees que tienes derecho de adueñarte de todo lo mío? ¡Mis amigos, mi familia! ¡de mí! Quiero que te vayas ¡vete ya! ¿Qué esperas para irte a la mierda? — continuó escuchando los gritos de Ed.
—Abre la puerta — movió la cerradura, pero esta tenía seguro —¡Abre la puerta, por favor! — golpeó fuerte con sus palmas la madera que los dividía en ese momento. "Solo abre la puerta, por favor" suplicó para sí mismo.
—¿Lo ves? Lo jodes todo. Eres una mierda, una puta mierda ¡te odio! ¡TE ODIO! ¡TE ODIO! ¡TE ODIO! — escuchó al castaño gritar en medio de lágrimas y ruidos bruscos que interpretó como golpes.
—Mierda — susurró con la respiración entrecortada, sintiendo que sus lágrimas empezaban a asomarse. Un deseo fugaz lo invadió, deseo de salir corriendo de aquel lugar y dejar atrás todo lo referente a Edward.
*
Su mente se nubló, influenciado por el odio y menosprecio hacia él mismo que llevaba acumulando desde años atrás, Edward simplemente había explotado.
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Tequila & Café
RomanceChristofer y Edward, dos polos totalmente opuestos que estaban destinados a conocerse y por circunstancias del destino deben comenzar a trabajar juntos. Al ser dos mundos diferentes la vida de Edward cambiará por completo porque por más que se resis...