- Hora de regresar al juzgado.- Pronuncio Sanes con seriedad y tono demandante mientras extendía al frente dos correas negras unidas a collares extendidos de dos bósales metálicos.
Los primeros en reaccionar ante aquello fueron Hanji y Kenny, ella endureció su expresión ante aquello, sus ojos chocolate se mostraron serios y sin saberlo su piel comenzó a expulsar un suave aroma de distensión** de su aroma principal uno que su cuerpo generaba como un poderoso a tractor para su Alfa y era capaz de extenderse por kilómetros pero era completamente imperceptible para cualquier otro Alfa, un aroma creado por su cuerpo solo para ser distinguido por el olfato de su destinado.
Kenny por su parte gruño claramente como siempre lo había hecho para imponerse, haciendo incomodar a los presentes, si bien ahora todo el mundo sabía que él era Omega eso no borraba en lo más mínimo su amenazador porte.
Por su parte el sr. Smith solo se mantuvo serio pero de igual forma no permitiría que pusieran semejante cosa en su hija.
- No serán llevados al juzgado como animales jalados por correa. – Remarco Erwin dando un paso al frente.
- Es la ley Erwin y lo sabes; Ordenanza 23, apartado 2, apéndice de traslado segundo párrafo extendido: TODO Omega que represente una amenaza física será colocado en traslado y estadía con una cadena asegurada a un collar de restricción y en caso de ser necesario uso de bozal y definitivamente esos dos son peligrosos.- Atajo esta vez el sr. Zacharius.
Erwin lo miro fijamente avanzando hasta él, los ojos de ambos Alfas mostraban fuerza y ninguna intención de ceder. Entonces fue cuando Erwin gruño de forma territorial y agresiva por primera vez ante todos mostrando sus también afilados y prominentes colmillos, haciendo que el mayor retrocediera por instinto.
Erwin era un Alfa joven, fuerte y con el rango de superior, nunca había recurrido a demostraciones físicas de poder pero era claro que el joven abogado de ojos azules estaba completamente dispuesto a perder su intachable ecuanimidad diplomática si era necesario para proteger a su hermana de cualquier daño, era obvio que aún tenía muchos deseos de cobrar aquella bofetada que Sanes le había dado a Hanji en las escaleras.
- No hay forma en que permitamos que usen esas correas en ellos.- Hablo esta vez Uri desde su posición, si bien su semblante era serio su mirada era la de un Alfa completamente seguro de imponer su decisión aún más claro considerando que el aire del lugar se estaba llenando de aquel conocido aroma a café, fuerte y en aquel momento penetrante.
Aroma que en su momento muchos creían pertenecía a Kenny pero ahora sabían bien que era de Uri y aun con ello aquel aroma no había dejado de ser temible para los alfas por debajo de su clasificación.
Kenny un par de pasos más atrás con Hanji solo observo con una mezcla de interés y discreta sorpresa a Uri, considerando lo raro que era aquello, después de todo él siempre había sido quien se imponía de esa forma, seguro y temible al frente mientras el pequeño Alfa de ojos violetas solo permanecía tranquilamente tras él con rostro calmado mientras lo apoyaba con el fuerte aroma de Alfa superior.
Por el lado de Sanes que aún mantenía las correas al frente se encontraba el padre Uri mirando con gesto serio y hostil, las cosas se tornarían difíciles con aquella situación, dos alfas superiores frente a ellos completamente seguros de luchar, y era verdad lo que había dicho el sr. Zacharius, la ley dictaba que podían poner correa a Hanji y Kenny para básicamente llevarlos de aquella forma humillante al juzgado para exhibirlos en un contexto degradante prácticamente para mostrar a todos que "los omegas siempre estarán por debajo de los alfas" y debían "conocer su lugar". Sin embargo si dos Alfas superiores decían que NO simplemente no había ley ni nadie que pudiera hacer que ellos permitieran tal acto.
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Con olor a Té
De TodoHanji... ¿Quieres jugar? Escucho a sus espaldas, pero aquella voz no era la de él... Los ojos castaños se posaron nuevamente en el espeso líquido rojo que aun escurría por el filo de la mesa mientras los pasos del causante se acercaban hasta que la...