Déjame leerte en braille [Libro #1 Saga Destinos]

8. el dinero

GRAYSON

Las duchas están repletas de jugadores de fútbol sudados y doloridos tras dos horas de entreno duro. El señor Harrison, el entrenador del equipo, ha descubierto que algunos chicos tomaron droga en la fiesta del fin de semana pasado y después de una charla intensa de #DINOALASDROGAS nos ha brindado con un entreno más duro del habitual. Me pregunto si ese hombre piensa que los chicos nunca lo hicieron hasta el fin de semana pasado. Cuando Romeo era el capitán del equipo era él quien animaba a los chicos a consumir cada fin de semana brindándoles él todo lo que necesitaban.

—Como el entrenador siga exigiéndonos así hasta finales de curso no sé si podré aguantar—escucho hablar a uno de los novatos saliendo del baño y mis ganas de golpear su rostro aumentan. Ty ha sido uno de los pillados este fin de semana. Por culpa de ellos el señor Harrison me ha obligado a pasar a su despacho para darme una charla sobre lo que significa ser el capitán de un equipo y lo que debo hacer cuando vea a alguno de estos gilipollas consumir drogas.

Voy a los vestuarios, cojo la mochila y salgo de allí antes de golpear uno por uno a todos mis compañeros. La rabia en mi interior aumenta cuando recuerdo el mensaje de Noora. Sé que me comporté como un capullo con ella pero ¿por qué no puede simplemente pasar página? Porque la amenazaste con contar algo que para ella es doloroso y que has mentido sobre saber, me recuerda mi estúpida conciencia. Corro hacia casa dispuesto a tomar una ducha y resolver toda la mierda con Noora.

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NOORA

La sesión de grupo del viernes pasado fue más intensa de lo esperado por lo que me ocupa algo más del fin de semana terminar la nueva entrega de mi trabajo final. Agradezco que la señora Andrew esté enferma y me haya dado una tregua con el día de entrega. Me estirazo en la silla del escritorio y bostezo ruidosamente. Mi barriga pide algo de comida y voy a la cocina para hacerme un paquete de palomitas. Cuando paso por la puerta de la habitación de Ava toco esperando que haya vuelto del curso de fotografía pero nadie responde. Mientras las palomitas se están haciendo mensajeo a Ava.

Yo: ¿Sigues en el curso de fotografía?

Ava: Ya salí pero voy a tomar algo con algunas chicas de aquí. Te apetece venir?

Yo: :( tengo cosas que hacer. Nos vemos mañana.

El microondas se apaga y lo abro para coger las palomitas. Si pudiese alimentarme tan solo de una comida durante toda mi vida sin lugar alguna las elegiría a ellas. Abro la puerta con el pie mientras abro con entusiasmo el paquete y meto la nariz para aspirar el olor a palomitas recién hechas.

—¿Comes algo más que no sean palomitas?

Grayson está frente a la puerta de mi habitación. Lleva una de las sudaderas con el logo del equipo de fútbol y unos jeans rasgados. Su pelo está mojado y no entiendo como todavía no ha cogido un resfriado. El tiempo en Londres cada vez es más frío y salir con el pelo así no es buena idea.

—¿Vienes a por el dinero?-pregunto.

El viernes pasado cuando estuvo aquí dejo dinero sobre mi escritorio antes de irse. No lo vi hasta días después cuando le pedí de forma no muy educada que viniese por el.

Entro a la habitación seguida de Grayson quien cierra detrás de él. Busco el dinero en el cajón del escritorio y se lo ofrezco.

—No vengo por el dinero.

—¿Entonces qué haces aquí?

—Quería volver a retomar nuestro trato.

—Yo no tenía ningún trato contigo. Lo tenían la señora Andrew y tú.