19. el beso

9.4K 689 172
                                    

No sé porque le conté a Ava lo que la señora Andrew esperaba de mi ni tampoco como me deje convencer para ponerme este estúpido sujetador donde mis pechos son claramente visibles. Ava pensó que era la oportunidad perfecta para comprobar si Graysons sentía algo por mi aunque tan solo fuese atracción física. Mis ganas de ser una chica normal ganaron la batalla y accedí a ponerme un sujetador de encaje burdeos que Ava me prestó. La mirada de Grayson está sobre mis pechos y no sé si está juzgandolos o disfrutando de la vista. Me acerco a la cama y me siento junto a él dejándome caer hacia atrás cuando él lo hace. Nuestros brazos se rozan suavemente y es la primera vez que estoy tan cerca de un chico después de lo ocurrido. Me toma unos minutos relajar mi cuerpo y acercarme un poco más a él. Grayson deja que me tome mi tiempo sin recriminar nada. Nuestros brazos están piel con piel, nuestras manos se rozan y busco sus dedos para juguetear con ellos mientras estos nervios que están en mi interior deciden calmarse. Grayson sigue sin dar paso alguno esperando a que sea yo quien termine de unir nuestras manos. Siento como su piel quema contra la mía. Irradia un calor que agrada a mi cuerpo y no sé si es la calefacción o que Grayson Lightwood está semidesnudo en mi habitación pero el frío que siempre recorre mi espina dorsal desde que me mudé a Londres ha desaparecido.

—¿Estás bien?—pregunta Grayson.

—Sí,¿ y tú?

—Todo bien—murmura y giro mi cabeza para mirarlo. Grayson está con sus ojos cerrados tomando pequeñas bocanadas de aire por su nariz y expulsando por su boca. Me parece un gesto tan adorable que me hace sonreír. Él está igual de nervioso que yo. Pasa un largo rato más hasta que me siento lo suficientemente cómoda con el tacto de la piel de Grayson sobre la mía y decido que es hora de terminar el ejercicio.

Grayson abre los ojos buscando alguna explicación pero yo tan solo me siento con mis piernas cruzadas frente a él. Grayson se quita los zapatos y hace lo mismo.

—Quiero que esta vez seas tú quien me toque a mí—digo segura.

La incomodidad se ve reflejada en la cara de Grayson.

—No sé si será buena idea—dice Grayson nervioso.

—Lo será porque seré yo quien guíe tu recorrido.

Cojo las mano de Grayson y las dejo sobre mis hombros donde se quedan un par de segundos esperando algún gesto de reproche de su parte pero Grayson se mantiene inmóvil esperando como siempre a que yo tome la iniciativa. Cierro mis ojos y guio la manos de Grayson por todo mi rostro, cuello, clavícula y hombros y sé que estoy no es lo que Margaret nos había pedido pero necesito la sensación de las manos de Grayson sobre mi cuerpo antes de que acabe de volverme loca de verdad.

Grayson aparta las manos de mi rostro lentamente lo que me obliga a abrir mis ojos.

—Esto no está siendo una buena idea—dice—Yo soy un chico y tú una chica semidesnuda-su mirada cae sobre mis pechos-Y yo tengo algunas debilidades y también está tu problema y yo no quiero hacer nada que pueda hacer que tu tratamiento vuelva hacia atrás.

—No estás haciéndome retroceder.

—No por ahora pero no sé si en algún momento podré hacerlo—se avergüenza.

—¿Puedo ser sincera contigo?-pregunto y Grayson asiente—Desde hace varias semanas no puedo parar de pensar en cómo sería besarte—admito porque sé que no lo voy a ver en varias semanas y que no tengo mejor oportunidad de decirlo que ahora—Y voy a intentar besarte—Grayson no se mueve— y si no estás de acuerdo conmigo hazme una señal. Pestañea o algo. Dos pestañeos significa si y uno no.

Grayson pestañea tres veces.

—Acabas de pestañear tres veces. No sé qué significa eso.

—Significa que muero por que me beses, Noora Dahl.

Déjame leerte en braille [Libro #1 Saga Destinos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora