13. segundas oportunidades

8.1K 659 229
                                    

NARRA GRAYSON

Soy un auténtico capullo.

Mientras Rhett me empuja lejos de la habitación de Noora insulto a todo aquel que se cruza en mi camino sin dejar a nadie indiferente.

—Pareces un auténtico crío de cinco años—me recrimina Rhett.

Lo empujo alejándolo de mí. Durante todo el camino desde la habitación de Noora hasta llegar a la puerta de la residencia me tenía sujeto por mi sudadera impidiéndome que volviese allí.

—Y tú eres un amigo de mierda—grito—Se suponía que tenías que defenderme a mí.

—Te comportaste como un capullo. No esperarías que te defendiera cuando ella te vio engañándola con otra chica. Se suponía que estaban en exclusiva.

Las chicas que estaban en el pasillo de la habitación de Noora salen para ver qué ocurre entre Rhett y yo pero no les doy la oportunidad de saberlo. Me subo a mi coche y conduzco hasta Nómadas, un club al que los jugadores de fútbol solemos asistir. Por el retrovisor veo como Rhett gira en dirección contraria y coge la carretera que va hacia casa mientras yo me alejo lo más que puedo de ella.

##

El pub está vacío, los exámenes son en pocas semanas y todos deben estar estudiando algo que yo debería estar haciendo porque mi examen del viernes no se va a aprobar solo pero mi mente no está ahora para ello. Pido una cerveza, después otra y a continuación dos más hasta estar lo suficientemente borracho para tener el valor de llamar a Noora.

Un tono.

Dos tonos.

Tres tonos.

Cuatro tonos.

Bienvenido al buzón de Noora...

Lo vuelvo a intentar dos veces más pero no consigo contactar con ella. Le envío mensajes de texto pidiéndole perdón y rogando que acepte mis disculpas, sé que me comporte como un capullo pero no supe qué hacer. Cuando la señora Andrew me invitó a participar en la terapia de Noora no me dijo nada relacionado con eso. Solo me dijo que era una chica tímida con un bajo autoestima y algunos problemas fáciles de resolver y aunque el primer día de terapia todo eso se quedó atrás cuando me contó sobre su fobia pensé que estaba jodida pero creía que esa fobia venía de un bajo autoestima por tener sobrepeso en su adolescencia o algo así. El cuerpo de Noora ahora es delgado, o eso creo,nunca he visto a Noora sin sus jersey anchos o sus pantalones de campana pero se ve claramente que les sobra un par de tallas. Cuando ese día le invité a hablar pensaba que me diría que había sufrido bullying en su adolescencia. El bullying es un tema que no me importaba porque por desgracia yo lo sufrí. Mi madre murió cuando era pequeño y quedé a cargo de papá. Aunque él no paraba de trabajar los gastos del hospital de mamá eran muchos y las deudas nos consumían. El poco dinero que ganaba iba para pagar la deuda por lo que comprar ropa para papá era un bien de lujo. Mi ropa estaba agujereada y las camisetas me quedaban bastante pequeñas a medida que iba creciendo. Tuvimos que recurrir a la beneficencia por comida y ropa durante algunos años hasta que por fin encontró un trabajo que le permitió tenernos algo más desahogado económicamente. Cuando yo tenía dieciséis comencé a trabajar en todo lo que podía y con el sueldo de papá y mis pocos ahorros pudimos terminar de pagar la deuda. Suponía que mi triste pasado ya era demasiado y que nada me podía sorprender hasta que Noora me contó aquello. ¿Cómo alguien puede hacer eso? ¿Cómo alguien tiene que tener jodida la mente para forzar a otra persona?

Pido otra cerveza pero el camarero se niega a servirme.

—Si no me la sirves iré a otro bar.

—Mañana me lo agradecerás-dice.

Déjame leerte en braille [Libro #1 Saga Destinos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora