18. la tercera prueba

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La noche del domingo la paso mensajeandome con Grayson hasta tarde lo que afecta mi horario de sueño habitual que acaba provocando a la mañana siguiente que me sienta cansada. El reflejo en el espejo me devuelve a una Noora con unas ojeras oscuras y unos ojos rojos e irritados y agradezco que Grayson y yo no nos hayamos visto en todo el día porque me moriría de vergüenza si él me viese así. Oculto mis ojeras con algo de maquillaje y pongo unas gotas de suero en mis ojos para que estos se hidraten y bajen su hinchazón. La mañana en clase se me hizo demasiado larga, mis ojos se cerraban y los profesores solo hacían que llamar mi atención. Algunas risas se oían al final de clases acompañados de comentarios inoportunos.

—Entre Ezra, Rhett y Grayson tiene bastante trabajo. Normal que no le dé tiempo a dormir—murmuró una chica.

—Ezra está con esa amiga suya—comentó otra.

—¿Quién, Ava? ¿La de fotografía?

—Sí, no se como pueden ser amigas. Ava es tan—dijo algo que no pude oír—y ella es tan...

De pronto comenzaron a reírse.

—No entiendo como Romeo puso sus ojos sobre ella.

En cuanto oí ese nombre desconecte de la conversación. Ellas sabían que yo las estaba oyendo y sabía que solo estaban intentando hacerme daño. Como dice la señora Andrew solo yo decido lo que me hace daño y lo que no y no estaba dispuesta a que esas chicas lo hicieran.

Mi móvil suena anunciando un nuevo mensaje.

Grayson: estoy en la cocina con Rhett

Yo: Ezra?

Grayson: pensaba que el importante para ti era yo

Grayson: pero si tanto te inquieta, no pudo venir. Mañana tiene un examen importante.

Grayson me espera en la cocina de la residencia junto a Ava y Rhett quienes cocinan algo de comer mientras Grayson les mira sentado en el pequeño sofá que hay en una esquina de la cocina. Ava y Rhett están inmersos en una discusión sobre la receta de la salsa boloñesa y no se percatan de mi presencia al contrario que Grayson quien palmea el hueco libre a su lado. Me siento junto a él y se toma la confianza de dejar su brazo sobre mis hombros y acercarme a su cuerpo. Pero mi cuerpo entra en tensión y Grayson aparta el brazo de mis hombros. Lo miro pidiéndole disculpas con la mirada a lo que él contesta con una simple sonrisa de boca cerrada. Me acerco un poco más hasta que nuestras piernas se rozan y estoy lo suficientemente cómoda con el roce de su pierna con la mía.

—¿Vosotros que decís?—pregunta Ava.

—Que si tardáis cinco minutos más en hacer esa estúpida salsa Ava y yo nos iremos a comer a casa y os dejaremos que os matéis tranquilos.

Rhett y Ava siguen sin ponerse de acuerdo así que los animo a ir al supermercado por uno de esos sobres con salsa para macarrones que vienen preparadas tan solo para verterlas sobre una olla y calentarlas.

—Podríais haber ido vosotros—dice Rhett —Lleváis todo el tiempo sentados mirándonos discutir.

—Era más divertido estar aquí—dice Grayson.

Rhett y Ava van juntos al supermercado y rezo porque no se maten antes de volver de nuevo a la residencia. Mientras Grayson y yo nos quedamos en la cocina esperando a que ellos lleguen.

—¿Te ocurre algo?—me pregunta Grayson.

—Estoy cansada.

—Me refiero conmigo.

—No,¿por qué?

—Cuándo puse mi brazo sobre ti actuaste como la primera vez que te toque ¿Hice algo que te incomodó?

Déjame leerte en braille [Libro #1 Saga Destinos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora