25 el vídeo

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NOORA

El jueves por la noche decido que es hora de levantar mi culo llorón de la cama y enfrentarme a la vida real. No moriré por un poco de atención, ya he pasado una vez por esto, pero yo si moriré si sigo escondida en mi habitación sin apenas llevar bocado a mi boca. Cuando suena el despertador me levanto de la cama mentalizándome de que todo saldrá bien y que podré evitar a todos durante el día de hoy  pero nada más salir de la habitación  me encuentro con Ava quien se alegra tanto de verme que corre hacia mi y me envuelve entre sus brazos.

—He estado tan preocupada por ti. ¿Dónde has estado?—nos separamos—Todos estábamos buscándote por el campus. ¿Volviste a casa?

—Sí—miento.

—Supongo que no sabrás nada de lo ocurrido esta semana tengo que ponerte al día.

—Tengo prisa, Ava. Lo dejamos para otro momento.

Salgo de la residencia alejándome de Ava sin dejarle decir palabra alguna no quiero que me expliquen como todos saben que llevo desaparecida varios días y que Grayson y yo ya no estamos juntos si es que alguna vez lo estuvimos para los ojos de todos. Durante toda la mañana las miradas de todos los estudiantes caen sobre mi y murmuran cosas que no puedo llegar a oír porque no he quitado los auriculares de mis oídos en todo el día excepto para entrar en clase. Mi móvil no ha dejado de recibir mensajes en toda la mañana pero no he mirado ninguno de ellos. Llevaba apagado casi una semana estarán llegando todos los mensajes de Grayson y Ava poco a poco. En la hora del descanso evito la cafetería como en mis primeros años de universidad y huyo hasta el banco donde solíamos pasar los cambios de clase Ava y yo, hasta que tuve el valor de volver a la cafetería.

Saco el tupper de mi mochila y cojo el pequeño sándwich que me preparé a la madrugada mientras todas dormían. No quería que me vieran por la mañana temprano en la cocina ni tampoco tener que pasar por cafetería hoy. Doy un pequeño mordiscos al sándwich y trago como puedo. Siento mi estómago cerrado y cada bocado está sentándome con una patada dentro de mi. Tiro la mitad del sándwich y vuelvo de nuevo a clase. La mirada de todos sigue sobre mi y me autoconvenzo de que esto será cuestión de un par de días. Una chica con el pelo color fantasía toca mi hombro y me hace una señal para que quite los auriculares de mis orejas. Lleva conmigo en clase desde que iniciamos la carrera pero nunca me molesté en saber su nombre.

—Yo también he pasado por esto. Si necesitas alguien con quien hablar puedes contar conmigo—dice y se va a su sitio cuando el profesor entra por la puerta.

Todos alguna vez en la vida pasamos por un corazón roto pero no veo la necesidad de hablarlo con alguien a quien no conoces de nada. El resto del día pasa igual y cuando las clases terminan voy hacia la residencia con intención de esconderme en mi habitación y adelantar mi trabajo final, llamar a la señora Andrew y pedirle disculpas por dejarla plantada y ponerme al día con las clases, pero Rhett está en la puerta de mi habitación esperándome.

—¿Qué haces aquí?

—Llevo aquí varios días. He estado buscándote por todos lados. Necesito hablar contigo.

—No es buen momento—abro la puerta de mi habitación.

—Creo que Grayson se merece una disculpa después de todo.

—Si has venido para defender a tu amigo puedes volver por donde has venido.

Rhett entra en la habitación y cierra la puerta detrás de él.

—Grayson está destrozado. Al menos podrías sentir compasión por él.

—A Grayson se le pasará. Está mejor sin mi.

Déjame leerte en braille [Libro #1 Saga Destinos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora