Pasaron tres días más, desde que Kalenna había llegado al apartamento de Damien. Entre el trabajo y las clases de ella, no se encontraban mucho, pero por la noche cenaban juntos. Tras la cena, Damien solía estar trabajando en los casos o cuestiones de negocios y Kalenna solía escribir.
Una noche compartían la velada, como de costumbre.
—¿Sobre qué escribes? Si es que puedo saber —preguntó Damien, mientras estaban sentados en el sofá.
—Claro que puedes saber. No es un manuscrito en secreto. Estoy escribiendo un libro de fotografía. Es algo técnico, pero me gusta mucho y aunque lo haya empezado hace poco tiempo, creo que quedará bonito.
—¡Vaya! Pensaba que eras escritora de romances o libros de fantasía, no pensé que escribieras libros técnicos. ¿Te gusta la fotografía?
—Me encanta la fotografía. No tengo mucho tiempo ahora, con todo el tema de los libros, las presentaciones y las palestras que doy en diferentes conferencias, de hacer fotos como antes, pero tengo algunos trabajos y quiero escribir sobre algunas técnicas que aprendí y que fui practicando. Para que otras personas puedan verlo también. Me hace mucha ilusión. Pero es mucho trabajo. Y últimamente, no estoy muy creativa —el tono de su voz cambió a más aprensivo.
—¿Puedes vivir de ese trabajo? Quiero decir —no quería que le interpretase mal con preguntas tan invasivas—, que si ese trabajo te permitirá tener un sueldo con lo que puedas vivir. James tendrá que pagarte una pensión, eso está claro, pero quiero saber que si aparte de la herencia de tu padre, puedes ser capaz de vivir de forma independiente —estaba preocupado con su solvencia para poder vivir sola.
—Hay algo que no te expliqué, si bien que pienso que deberías saberlo —bajó los ojos.
—Hay mucha cosa que aún no me has explicado, pero no quiero presionarte. Aunque en algún momento tendrás que darme detalles de tu historia. Ayer hablé con el abogado que tu marido contrató y quiero advertirte que es un zorro viejo muy agresivo. He trabajado con él en algún caso y es una persona sin escrúpulos. —Posó el portátil en la mesita de apoyo y cruzó las manos frente a las rodillas. Bajó la voz para hablar suavemente—. Quiero que estés preparada para esto. James no va a ponérselo fácil e intentará destrozarte.
—Lo sé. No podía esperar nada más de él. Se completan —ironizó, esforzando una sonrisa de lado.
Kalenna explicó a Damien que James se casó con ella, porque su padre le había dado su mano, contra su voluntad. Cuando lo confrontó con el hecho de no dejarle alternativa ni libertad de opción y el porqué querría que ella se casase con él, su padre le dijo que se había colocado en una situación complicada con la firma y los negocios. Que James era la única persona que podía salvarlos y que por eso, si ella casara con él, podría salvar la firma y su padre quedaría muy feliz por tenerlo en su familia. Tanto la presionó, que Kalenna para ver su padre feliz nuevamente, aceptó casarse con él.
—Entonces tu padre estaba con problemas en la firma y ¿te dijo que solamente James podía salvarlo?
—Sí. Pero pasados seis meses de mi boda, mi padre enfermó y tuvo un principio de infarto. —Paró un poco y respiró hondo. Los recuerdos de la condición de su padre aun la afectaban mucho.
—Tranquila, si quieres paramos. Podemos hablar en otra ocasión. Veo que el tema aún es muy complicado para ti. —Damien se había levantado y cogió su mano para acariciarla suavemente.
—No te preocupes. Es verdad que nunca me acostumbraré a su ausencia, pero tengo que hacerme a la idea. Va doliendo menos. Aunque hay cosas que nunca lograré perdonar. —Damien hizo un aire confuso y frunció el ceño—. Después de lo que sucedió y pensando en cómo todo se fue desarrollando, creo que ese día en el que mi padre enfermó, algo pasó para que se quedara así. James cambió mucho tras la boda. Es como si hubiese logrado conseguir lo que quería y su actitud se fue volviendo cada vez más rara y agresiva. Papá le había dado mitad de las acciones de la empresa y después de recuperarse, al final de unas semanas, súbitamente, dijo que no estaba en condiciones de presidir la empresa, así que colocó James al mando total.
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El abogado de familia © *TERMINADA Y COMPLETA*
RomanceDamien Becher se había ganado la fama y el prestigio de ser uno de los mejores abogados de familia en Londres. Pero esas largas horas echadas en la oficina y cuidando de casos en tribunal lo estaban agotando, por eso decide hacer un parón y cambiar...