El principio de la verdadera aventura

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Su respiración agitada por correr a aquella velocidad, le recordó lo poco atléticas que era.

-1... 2... 3... te voy atrapar caperucita

Decía una tenebrosa voz desde el interior del bosque; esos ojos grises, esos que la seguían, aquel lobo feroz estaba listo para atacar.

-Sorpresa

Fue lo último que escucho antes de caer al suelo con el enorme animal castaño de ojos grises sobre ella. Cerro sus ojos con fuerza,estaba a punto de presenciar su muerte; Pero un chillido de dolor le hizo abrir los ojos un lobo aún más grande con enormes ojos azules le había salvado.

Observó al otro alejarse mientras el enorme lobo negro mantenía su postura de ataque, mostrando sus afilados colmillos. Lejos de estar asustada Yanileisy estaba fascinada con el hermoso animal, pero cuando vio directo a sus ojos azules se quedó perpleja, eran tan impresionantes,pero había algo en ellos algo que los hacia familiares; Tomo asiento sobre la húmeda y fría nieve, ¿cuando había nevado?; sus ojos se alzaron y frente a ella estaba el lobo, el cual parecía más alto que ella.

-Es hermoso-susurro-

Pero antes de que su mano rosara su suave pelaje negro, abrió sus ojos encontrándose con el oscuro techo de su habitación.

-no puede ser-dijo con frustración-esto es estúpido

Volvió a cerrar sus ojos con fuerza esmerándose a regresar a su sueño; quería regresar a reflejarse en aquellos ojos azules.

-Genial Yanileisy-suspiro-cuando sueñas que un lobo maníaco te va a matar,duermes tranquilamente-fundió su cara en la almohada-

Por más que se esforzó por continuar aquel lindo sueño; no lo logró.

Por su parte los padres de Yanileisy se preocupaban, la señora Lenz le había escuchado gritar o hablar sola; Había hablado en numerada veces con su esposo sobre aquella rareza; Pero el seguía negando la posibilidad de que algo malo estuviera pasando a su consentida.

Las sospechas de la madre la hacían despertar en la madrugada y esperar fuera a la habitación de su hija; Tendría que hablar con ella pero no encontraba la manera de hablar de aquel extraño tema.

Tras despertar alas 11:00 am, Yanileisy voltio su dormida mirada hasta su escritorio.

-Los meses pasan volando-susurro al darse cuenta que era diciembre, hacia ya 3 meses desde que se mudaron-

Tres meses en los cuales

había encontrado una nueva Amiga, su amistad con santiago se redujo a saludos, Javier era la persona en la cual confiaba, Pero aún peor, aquellos sueños seguían atormentando sus noches, parecía que aquellos raros sucesos sólo terminaban en muerte, en su muerte.

Despejo su mente debía olvidar lo sucedido, bajo sus pies hasta tocar la tibia alfombra, deslizo cada uno en su pantuflas y camino al cuarto de baño, su cabello escapaba de la coleta y ligeras manchas de maquillaje dibujaban enormes ojeras negras.

Luego de sujetar su cabello y lavar su cara bajo a la cocina, pensaba que podría prepararse aquella mañana, pero para su sorpresa la mesa estaba servida, mientras su madre terminaba el desayuno.

-Buenos Días Mama-dijo aún sorprendida mientras se acercaba a la mesa-por que no fuiste al trabajo hoy

-Buenos días-sonrió la madre mientras llevaba los platos-quería pasar un día madre e hija como antes

-esto es extraño-dijo tomando asiento-

-Bien, no se que es lo raro pero ¿que te parece sí desayunamos?

Detrás de tus ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora