Solos... juntos... siempre...

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El sonido del sofá del ventanal le hizo sobresaltarse.

Observó el cielo, su tono era gris, el sol era invisible, los aires hacían mecer los árboles.

Habría una tormenta, una bastante fuerte...

Acaricio con suavidad sus ojos una vez más, ¿Cuanto había dormido?. Unos golpecitos en el ventanal le hicieron voltear. Una sonrisa se formó en sus labios. Junto a varias bolsas de comida rápida se encontraba Santiago.

Camino a la puerta, la deslizo mientras soltaba una nerviosa risita. ¿Que hacia el aquí?.

-¿sí?-dijo Yanileisy-

-Has estado sin dar señales de vida, así que, pense que tendrías que comer algo-sonrio-

-Ajá

-Pequeña, perdóname, es como mi forma de pedirte perdón-ladeo la cabeza- quiero arreglar las cosas contigo

-¿y que ah traído para mi está tarde joven Dankwort?-bromeo-

-Señorita Lenz, eh adivinado un poco, traje un poco de pizza, peperonie, Jamón, queso y siete carnes. bebidas, Uva y Coca-Cola ¿Os parece eso... señorita Lenz?

-Suena bastante bien -sonrio-

-¿Puede darme un par de platos o simplemente podemos comer desde la caja?

-Una cena formal o una divertida, iré a traer unos platos y vasos

-Puedo usar la mesilla de afuera ¿cierto?

-Claro, usa lo que quieras-grito desde el corredor-

Bajo a la cocina, todo se veía oscuro más algún rayo de luz entraba por la larga ventana de la cocina. sentía un cosquilleo en la barriga, ¡Santiago estaba arriba!.

Tomo un par de platos, vasos, servilletas y cubiertos. Lo tomo y comenzó a subir los escalones sus piernas parecían gelatina al llegar, encontró a Santiago recostado en su cama. Sus ojos se clavaron en aquella escena...

-¿no te molesta verdad?-pregunto mirándole-

-No... ah, traje lo que me pediste-levanto ligeramente todo aquello-

-Bien, comencemos

Santiago bajo de la cama para ir al suelo al rededor de la mesita, Yanileisy le imito. sirvieron una porción para cada uno.

Todo eran sonrisas y miradas, las palabras hubieran sobrado en aquel momento.

Santiago tomo la mano de ella y beso sus nudillos con delicadeza mientras le veía.

-Perdón, en verdad fui egoísta, no pensé en ti cuando hice esto, pero no lo hice en mal lo juro, sólo se salió de control-susurro-se que quizá me odies y realmente lo merezco

-No te odio, no puedo hacerlo

-pero tampoco puedes perdóname-río con melancolía-

-Debemos olvidar este tema, es pasado y debe quedarse ahí-sonrio- la pizza está muy buena

-Yo la hornee-sólto orgulloso-

-¡Oh! ¡Eres todo un chef! -se burlo-

-claro que lo soy, algún día cocinare algo muy bueno para ti

-Esperare a que eso suceda-sonrio-

-A mi madre le encanta cocinar, nos ah enseñado lo suficiente

-eso explica por que no han muerto

-sí, sabemos cocinar diferentes cosas, no sólo hotcakes-río-

-¡oye!, que grosero eres-río- soy la mejor cocinera de Hotcakes del mundo, sí los probaras te enamorarías...

Detrás de tus ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora