Detrás de tus ojos azules

¡Regresaste!

Un oscuro manto cubría las altas copas de los árboles y el resto del cielo, su rubio cabello volaba por el aire, mientras su cuerpo se movía con agilidad y rapidez, sus largas y curvas piernas le ayudaban a pasar por encima de troncos y rocas.

Al llegar al área despejada de aquel bosque, camino con cautela, poniendo alerta cada uno de sus sentidos.

Una figura femenina aprecio frente a ella.

-Así que, ¿que necesitas de mi?

-¿estas sola?-susurro viendo por encima de los hombros su alrededor-

-¿Que necesitas?-repitió-

-Tengo una información que podría interesarte

-¿Que puedes saber tú que yo no sepa?-rió-

-Algo sobre Yanileisy

-Dime que sabes-amenazo-

-Primero debes prometer algo, debes jurarlo

-el que

-no le dirás a nadie que nos vimos y lo que te diré

-Sí, Sí, lo juro,adelante dime que sabes

-Yanileisy, ya no es más una chica normal, ahora ella es un lobo.

-¡¿Un Lobo?!-Chilló- ¡¿Que clase de mala broma es está?!

-No es ninguna broma Samanta, ella es un lobo, Santiago es el responsable, lo hizo para poder tenerla con el

-Santiago es mío-grito apuñando sus mano-

-Sólo quería que lo supieras; necesito ayuda con ello

-Déjamelo a mi, ahora lárgate, ¿O quieres que te vean junto a mi?.

La chica asentó y desapareció de entre las sombras con rapidez.

-Wow, eso no me lo esperaba-dijo Abigahil saliendo de entre las sombras- ¿Que harás?

-Necesito que regreses, debemos saber sí ella sabe que es una perra, por que eso es lo que es, una perra jamás un lobo.

-Sabes que te ayudare en todo-sonrio Abigahil-

-Ahora sabrán quién es Samanta Sweeny.

La noche estaba fría y mas oscuro de lo normal, la luna cubierta de nubes, las que impedían que su luz alumbrara aquella tenebrosa noche.

El sueño la había abandonado al igual que su razón y esperanza, pero ahora tenía un nuevo mejor amigo, el miedo, el que le rondaba sin cansancio; Su pijama azul, abrazaba su cuerpo, una manta le cubría en busca de calor, al parecer la playa estaba congelada, no había de su brisa en el ambiente y su calor era inexistente.

Un libro en sus manos más sus ojos alejados de el, su mente llena de dudas.

-Buenas Noches-dijeron a su lado-

-Su vista se guió al sonido y una sonrisa lleno su rostro-Hola

-Hola, ¿Como estas?

-Cansada, rara, con frío y conflictos internos

-¿Sabes que puedes contar conmigo ¿Cierto?, siempre seré tú amigo, siempre cuidaré de ti

-Nunca me dejaras sola ¿Verdad?-pregunto Yanileisy-

-Nunca Yani, siempre estaré para ti

-Te necesito, tengo que contarte tantas cosas

-Ya será el momento, donde podrás contarme todo lo que pasa, y yo te ayudare