Yanileisy corría ala velocidad que sus débiles piernas le permitían, ¡tenía que salir rápido de ahí!.
Un estruendo seguido de un dolor en su vientre, soltó un suspiro cayendo de rodillas al suelo con hojas y lodo, llevó su mano a donde emanaba aquel agudo dolor; No recordaba como había llegado ahí ¡no sabía porque había ido aquel lugar!.
Su mano estaba húmeda, la levanto para que sus ojos pudieran verle, ahí estaba manchada de rojo carmesí, le habían dado, estaba herida y escuchaba los pasos de quién debía huir.
se puso de pie y corrió entre árboles y malesa, sabía que tenía que rescatarlo ella era su única esperanza; pero su esperanza al igual que su cuerpo se desplomaron en el suelo.
Su respiración se volvió fuerte, había acertado está vez.
-lo siento... Santiago-soltó en un último suspiro mientras sentía su cuerpo desvanecer.
-¡No!- grito al caer en el frío suelo de su habitación- ¿que fue eso?
Aquellos extraños sueños seguían atormentandole, había pasado una semana y seguían ahí haciéndola despertar.
Todo había ido normal aquella semana, estaba donde su abuela, no había vuelto a ver a santiago desde el día del aventón, desde el día en que sus padres decidieron enviarla donde su abuela por unos días.
-¿otra vez has soñado algo extraño?-pregunto la Abuela Lenz desde la puerta de la habitación-
Aunque ella no padecía de menos de 56 años, era una persona muy activa y amable, era alta y sus cabellos blancos formaban una risada cabellera que caía en sus hombros, Sus ojos claros y brillantes formaban la dulce y comprensiva mirada de la Abuela, la persona más importante en la vida de Yanileisy, no podría siquiera imaginar la vida sin ella
-sí mami-como le decía de cariño-no se porque sigo soñando cosas como estas
-debe haber algo relacionado con ellos
-desde que llegue a la casa nueva empezaron, pero fue en el segundo sueño donde todo se volvió horrible-suspiro- creo que enloquecí
-La abuela Lenz se soltó en una tierna risa-no te has vuelto loca ni más, tal vez estas leyendo mucho esos raros libros tuyos-acaricio el cabello de su nieta-pero no tengas miedo, son sueños que no pueden dañarte
-Gracias mami-dijo yani tomando la arrugada mano de su querida abuela-
-ahora, ¿quieres que me quedé contigo?
-no mami, no te preocupes creo que podré dormir bien de aquí en adelante
-muy bien, sí me necesitas sólo grita mi nombre
Dejó un dulce beso en la frente de yani para luego salir de la habitación, ella suspiro, aunque su abuela dijera que no ella estaba al borde de la locura. Llevó su mano al vientre luego a su pecho.
-Todo está bien yani, sólo fue una pesadilla, ya oíste ala abuela, no pueden dañarte-se repetía mientras trataba de conciliar su sueño-
Los Rayos que irradiaba el sol llegó a sus ojos ¿había amaneció tan pronto?, estiro su cuerpo con pereza y bostezaba una y otra vez. Sentía llegar a su nariz el delicioso olor a waffles, se puso de pie y bajo hasta la cocina siguiendo el maravilloso olor, al llegar a la cocina la vio frente ala Satén
-Buenos Días mami
-Al fin despiertas-sonrió- tus padres llamaron hace unas horas, vendrán por ti a las 2-le informó la abuela-
-¿tan pronto?, pensé que me quedaría un mes
-yo también- le indicó a yanileisy que tomara asiento- pero tú padre hizo cambiar de parecer a la testaruda de tú madre, así que viene por ti hoy
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Detrás de tus ojos azules
FantasyCansada de tener que ir de un lado a otro con sus padres, llega a un lugar nuevo y es atrapada por un par de ojos azules de un chico atractivo al igual que su mirada. Lo que no imagina es lo que estos ocultan y las aventuras que la llevaran a vivir...