Detrás de tus ojos azules

Así que tú eres Yanileisy

-¡Déjame Salir!-gruño su voz interior-

-¿Que?-susurro con miedo-

-¡Déjame Salir!¡No me escuchas!-grito-

-Yo...-susurro Yanileisy sin entender aquella pelea mental-

-¿Quieres que muera Yanileisy?¿eso quieres?-pregunto, perdiendo la paciencia la misteriosa voz-

»Javier«

-¡Javier!¡Javier!¡Javier!-gritaba luna, la cual estaba arrodillada junto a el-¿que tienes?

-S-san-Santiago

-¿Que pasa con el?-no hubo respuesta-¡Responde!

-Está herido-dijo tratando de ponerse en pie-lo siento, algo malo pasa, debemos encontrarlo

-Javier estas mal-dijo sosteniéndolo-

-El está peor, ¡NO COMPRENDES! ¡NO ENTIENDES QUE NO PUEDO DEJARLE SÓLO!

-Luna lo miro-Sí lo entiendo, iremos juntos entonces, lo encontraremos.

Javier tomo sus llaves y caminaron hacia el auto, Javier estaba preocupado, su lazo con Santiago se hacia cada vez más bajo y débil.

Santiago iba a morir y lo iba a ser pronto.

El rugido del motor sonaba por las calles, ¿Donde estaba su gemelo?.

 -En el bosque-soltó Luna mientras quitaba su cinturón de seguridad-

-Dijiste que iríamos juntos

-También dije que los protegería

Luna dio una última sonrisa a Javier mientras bajaba del auto y un hermoso lobo con un rojizo cabello brillante, bastante grande, tomaba su lugar; Javier la vio adentrarse al bosque.

Rodeo el bosque y aparco el auto, empezó a caminar por el bosque, con sus sentidos alerta, alguien estaba cerca y no era exactamente Luna.

Un lobo castaño se cruzó en su camino, pudo notar como sus colmillos estaban sucios, sucios de sangre, sangre de su hermano.

Camino al acecho de Javier pero el mantenía aquella postura fuerte, estaba furioso, ¡Como se atrevía de herir a su hermano!; Un gruñido rompió el silencio y el castaño lobo estaba siendo lastimado por uno rojizo, Javier escuchaba el chillar de dolor de el animal, pero lejos de sentir lastima, quería verlo morir.

-¡Donde está Santiago!-exigió Javier, pero no hubo respuesta-¿Puedes apretar un poco más?-le pidió a luna-

Luna ajusto más fuerte al animal contra el árbol, un aullido llamó su atención-alguien pide ayuda- el castaño animal escapo con rapidez tras la distracción.

-Alguien lo ah encontrado, vamos.

Ambos pensaron a correr Luna lo encontró primero, Santiago estaba sobre una pequeña charca de sangre, la cual caía de su cuello; Luna soltó aullido de dolor, su Santi estaba a muy poco de morir.

Javier llegó tan rápido como sus piernas lo permitían al llegar, sintió una fuerte presión en su pecho, se acerco al enorme animal y busco la herida, al parecer habían mordido su cuello, Tomo su camiseta y trato de parar la sangre, veía como su camiseta gris comenzaba a tomar un color rojizo.

-Luna, ve por el auto-ordenó Javier- debo llevarlo a casa lo antes posible

Luna se adentro a gran rapidez, haría lo que fuera por salvarlo y acabaría con Samanta aún que fuera lo último que hiciera.