Detrás de tus ojos azules

Puedes irte al carajo...

Cerrando cajas otra vez, ya no entendía la razón por la cual desempacar tras su llegada a la que sería su nueva casa, menos ahora que se iría de la cual creyó sería su casa permanente, en la cual había conocido más gente de la que se imagino jamás.

-Heiby cariño, se que no te emociona el querer irte...

-Se que lo sabes

-Esto es por el bien de la familia, alguien nos a querido matar y tú lo sabes

-¿no creen que están exagerando?, lo que pasó con los frenos puede ser una falla de uso

-Fueron cortados hace dos semanas -la miro fijamente- y tú lo sabes

-No se porque vienes aquí a decirme estas cosas, ya han decidió que irse es lo mejor,no esperen que aplauda su decisión... Además no se porque la urgencia en empacar

-Nos iremos pasando mañana -miro su alrededor lleno de cajas- deja fuera tan sólo lo necesario, no olvides nada importante

Yanileisy no podía creer que estuviera en está situación una vez más, quería arrojar todo por el ventanal y con suerte que todo golpeara a Samanta en la cara.

-No puedo empacar a Santiago en una caja, ni a Javier -susurro luego de escuchar su puerta cerrar- ¡NO QUIERO DEJARLOS! ¡NO QUIERO!-chillo mientras arrojaba la caja hacia la pared-

Las cajas volaban por todas partes mientras gruñidos se volvían en sollosos y estos en lágrimas ¡Odiaba tanto está situación!. Su cuerpo se deslizo al suelo mientras pataleaba, ¡Quería matarla!, verla morir frente a ella.

La odiaba más que a cualquier cosa. No creía haberse sentido así nunca, ella estaba cruzando la línea y la iba a detener.

Su habitación era un desastre mientras acurrucaba su cuerpo que temblaba entre sollosos, su ropa estaba en el suelo, las cajas estaban rotas, tendría que haber otra solución, alguien a quién pudiera acudir. Ciel.

Tomo el celular del suelo y busco entre sus contactos el número de Ciel. uno. dos.

-Bueno...

-Ciel... -dijo en un suspiro- ¿Ciel eres tú?

-Yanileisy, ¿Que pasa?, no te escuchas bien... ¿que va mal?

-Necesito que vengas por mi a casa, deja tú auto lejos de mi casa, te esperare en la parte del bosque detrás de casa

-Dime, que pasa...

-¿Puedes hacer esto o no?

-suspiro-Te llamó cuando esté ahí

Yanileisy miro una vez más su habitación revuelta. iba a hacer esto.

lanzó con el mayor cuidado su segunda maleta, la cual callo con un suave ruido el cual agradeció, dio una última mirada a su habitación, acomodó la hoja rosa junto a su celular y salto del balcón.

Sus pies impactaron el suelo con poca gracia y suavidad. agradeció que Ciel le mostrará como hacer aquello.  Tomo las maletas y camino al final del patio en una carrera contra la vista de alguien, al atravesar se encontró con los curiosos ojos grises de Ciel quién alzaba las cejas en sorpresa.

-¿Esto es una clase de...? -pregunto mientras tomaba la maleta-

-Ellos van a mudarse, no quiero hacerlo

-¿vas a independizarte o algo por el estilo?

-Algo por el estilo... -se escogió de hombros- no tengo a donde ir siquiera un trabajo

-Puedes vivir conmigo, será divertido  tenerte en casa, salir de fiesta contigo

-No quiero incómodar -respondió Yanileisy-