Era una fresca tarde, el aire danzaba con sus cabellos, el sonido suave de hojas secas bajo sus pies, caminar por el bosquesillo, raramente le relajaba y entusiasmaba.
Aquel día todo era perfecto, la temperatura, el cielo, las nubes, ¡Todo a su alrededor lo era!.
Las aves cantaban con alegría, ella caminaba despacio pero emocionada, aún recordaba cada pasó que había dado, aún recordaba como llegar a aquel lugar especial -Derecha-.
Sentía los nervios florecer estaba a sólo minutos de llegar -Izquierda- había llegado.
Sus ojos viajaban examinando su alrededor, sólo lo buscaba a el, debería de estar ahí ya, estaba segura que se había trazado un poco.
-¿Quién soy?-susurro una suave voz en su oreja mientras cubrían sus ahora avellanados ojos-
-Mmmmn ¿Santiago?-respondió con una ligera sonrisa-
-¡Adivinase!-dijo mientras le daba vuelta, haciéndola quedar frente a el-
-pensé que llegarías antes que yo
-llegué hace mucho, pero haces mucho ruido para llegar aquí
-¡No eh hecho ruido!, son esas bobas hojas secas-bufo mientras se cruzaba de brazos-
-Santiago río-muy escandalosa tú y tus hojas
-Bien, mejor dime, ¿para que querías que viniera?-pregunto Yanileisy-
-tengo una sorpresa para ti -sonrió-espero os guste
Yanileisy sonrió tras escuchar su fingido acento español, uno el cual se escuchaba bastante sexy.
Juntos caminaron un par de metros más, no sabía a donde iba, pero se sentía segura con el a su lado, aún que seguía impaciente por conocer tan misteriosa sorpresa y aún mejor, saber que Sucedía entre ellos.
Los pasos se hicieron cada vez más lentos hasta que se quedaron quietos.
-hemos llegado
Sonrió Santiago mientras tomaba su mano y la guiaba a la puerta de entrada, una de una acogedora casa echa de al parecer una fina madera, ¿como podía estar ahí pero ella jamás le había visto?.
Las pequeñas escaleras le dieron la bienvenida, rodó el pomo de la puerta y está se abrió, un aroma acaricio con suavidad su nariz, ¿eran flores?, claro que lo eran, sus ojos se adaptaron con rapidez ala poca luz del interior, camino por el corredor llegando a la sala de estar.
Su mirada viajaba por los alrededores, largos sillones negros de un suave y elegante material, en la esquina un pequeño mini bar, una blanca alfombra cubría el suelo hasta el último rincón, en la siguiente habitación observó una pequeña cocina; Santiago tomo su mano y la guió al interior; el corazón de Yanileisy latina con fuerza ¿a donde la llevaba?¿que tipo de sorpresa le tenía preparada?, muchas ideas viajaron por su mente, pero el panorama las hizo disolverse en los recuerdos.
Frente a ella una mesa decorada para dos descansaba en el patio trasero.
Un florero con unas encantadoras rosas rojas descansaba sobre el largo y blanco mantel, adornado con servilletas de tela de un azul brillante y hermoso, tan hermoso como la mirada de Santiago.
-¿Te gusta?-pregunto Santiago, mientras la guiaba a su asiento-
-Es, es espectacularmente lindo- contesto Yanileisy con las mejillas rojas, observando aún su alrededor-
Santiago acomodó la silla para ella, Yanileisy no podía dejar de observar cada detalle.
Una vajilla blanquisima estaba frente a ella, junto a ella varios tipos de cubiertos, creyó estar apuntó de volverse loca, puesto no sabía cual usar.
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Detrás de tus ojos azules
FantasyCansada de tener que ir de un lado a otro con sus padres, llega a un lugar nuevo y es atrapada por un par de ojos azules de un chico atractivo al igual que su mirada. Lo que no imagina es lo que estos ocultan y las aventuras que la llevaran a vivir...